Tomado de News on Japan
Traducción Jorge Contreras
Akihito el emperador de Japón sorprendió a la nación cuando
funcionarios del palacio anunciaron los planes para su funeral. Sus deseos de
una ceremonia modesto y el hecho de planificar a futuro, son vistos como un
buen ejemplo en este país.
El Sr. Akihito, cumple 80 años el lunes 29 de diciembre y
aún está
activo, tiene programada una visita oficial a la India con su esposa,
de 79 años de edad, la emperatriz Michiko en noviembre próximo. Sus
preocupaciones aumentaron desde
que se sometiera a una cirugía de bypass en el corazón hace casi dos años en
medio de un tratamiento de temprano de cáncer de próstata.
Después de que un panel de discusión con expertos durante
más de un año , en el palacio las autoridades anunciaron que el Sr. Akihito
sería cremado, y sus restos colocado en un mausoleo más pequeño que los de sus
predecesores, con Michiko a su lado en el recinto imperial, en el oeste de
Tokio. La cremación del señor Akihito rompe 400 años de costumbre de la
monarquía más antigua del mundo, y la decisión se toma con el desee de recortar
costos, espacio y carga a las personas.
La revelación de los planes de “fin de vida” de la pareja
tuvieron una buena acogida en el país con el índice más rápido de
envejecimiento del mundo, y en donde dentro de 20 años, una de cada tres
personas pertenecerá a la tercera edad.
Los cambios en las tradiciones también significa que muchas personas
carecen de familiares más jóvenes, descendientes para ver por sus asuntos o sus
entierros.
Una encuesta nacional en el 2011 por el profesor de sociología de la Universidad
Cristiana de Ibaraki Kenji Mori mostró que la mayoría considera las ceremonias
funerarias una obligación. Que alrededor
del 60 por ciento de los japoneses deja una tumba a cargo de los familiares,
para que estos cuiden de ella y alrededor de un 40 por ciento se preocupa por
los arreglos de los entierros para evitar causar problemas a familiares y
vecinos.
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