El cierre de etapas, una terapia de sanación……….
Finiquitar es un termino que significa acabar, liquidar, concluir, saldar, rematar, terminar, finalizar, agotar. Este termino bien podría remplazar a la palabra “closure”, término que en ingles significa cierre, cerrar etapas.
Para Nancy Berns, autora del libro “Closure: the rush to end grief and What it cost us?”, en castellano “El Finiquitar: la preocupación por acabar con algo doloroso y lo que esto nos demanda”, nos descubre el significado del llamado “cierre de etapas” en la vida y como este concepto influye en nuestras sociedades actuales.
El “cierre de etapas” describe como ciudadanos, en la búsqueda de su felicidad, han creado una nueva emoción para finiquitar las insatisfacciones, perdidas y el dolor. Debido a que el dolor es considerado algo malo, el “cerrar etapas”, a algunos nos ayuda a finiquitarlo, se emplea para, justificar el olvidarlo, dejar atrás esos recuerdos, salir adelante, tratar de alcanzar esa condición de sentirse igual que antes y para otros significa el ganar dinero u obtener algo de interés. Este libro lleno de ejemplos desde cómicos ha dramáticos explora la diversidad de significados que se le da al término cerrar etapas.
El caso de Julia….
Hace 20 años, un chofer con síntomas de embriaguez,
mató al esposo de Julia, sin embargo ella cuenta la historia
como si hubiera sucedido ayer. Aun podemos escuchar el
dolor y el amor en sus voces cuando repasa sobre la imagen
de su esposo y comparte su dolor. Julia, basada en sus
experiencias intimas quiere prevenir a otros sobre el dolor
que se siente al perder a un ser querido y también quiere
contar su historia.
A través de su libro Nancy Berns, nos explica, que en un caso como el del ejemplo de Julia, existe una gran mayoría de personas que rápidamente recomiendan que Julia necesita “cerrar esta etapa”, acabar con esta penosa experiencia, para seguir adelante con su vida y dejar de convivir con su pérdida.
Nosotros, dice…..”luego que somos una de las partes afectadas, en una ruptura penosa como en el caso de Julia, o romántica como en un compromiso matrimonial, y hasta el caso extremo de ser victima de un ataque terrorista, esperamos después de esta experiencia negativa, “cerrar esta etapa”, finiquitar lo que nos sucedió, requerimos un “final satisfactorio de todo el evento traumático”.
“Cerrar etapas” es entonces la palabra mágica para explicar lo que necesitamos luego de experimentar un trauma y dolor. El cerrar etapas se ha convertido en un nuevo estado emocional, una etapa que la gente debe alcanzar para sanar después de una pérdida, dolor o experiencia negativa.
Para los terapistas, la búsqueda del cierre puede ser “un pequeño ritual que permitirá un cierre de etapa, por ejemplo, el escribir una carta a aquellos con los que se tiene un conflicto y luego enterrar o quemar las cartas”.
Habrá por supuesto otros procesos para emociones mayores, que en todo caso buscan aliviar el dolor inicial y contrarrestar el dolor siguiente hasta alcanzar una sanación que permita continuar con nuestras vidas.
La década del 90, década del cierre de etapas….
En los Estados Unidos el enjuiciamiento de Timothy Mc Veigh, fue el cierre de etapa para el responsable de colocar una bomba en el edificio federal en Oklahoma, en 1995, a través de su proceso y sanción, se finiquitó con la experiencia dolorosa causada por este terrorista. Así mismo, la ceremonia de renovación, registro, pintura y reapertura del Colegio Columbine en Colorado, cuatro meses después, que dos alumnos asesinaran a un profesor y doce estudiantes, fue el cierre de etapa, que finiquitó la experiencia dolorosa causada por los tiroteos originados por dos escolares, en 1999. Más recientemente, la operación de las Fuerzas Especiales Norteamericanas para liquidar a Osama Bin Laden y la ceremonia oficial en la llamado “zona cero” de Nueva York, en el aniversario de los atentados del 11 de setiembre, constituyen otra manera oficial y política de tratar este cierre de etapa, para finiquitar las experiencias de los atentados terroristas en los Estados Unidos.
SI bien, en los ejemplos dados, el “cierre de etapas” llevado a cabo, significó un finiquitar oficial, político, social, y de prensa, de estos hechos que conmocionaron a una sociedad, no necesariamente fueron la solución al dolor, pena y experiencia que tuvieron los ciudadanos que perdieron sus familiares en estos hechos. Para ellos la parte emotiva necesariamente es parte de una terapia que se complementa con los actos oficiales, políticos y de prensa.
Aparición del cierre de etapas de interés…
El caso es que con el correr del tiempo, en nuestras sociedades el llamado “cierre de etapas” se ha ido tornando en algo comercial, político, de prensa y hasta de intereses particulares.
Así es el cierre de etapas, en el caso de una persona que fallece, en la que por un lado están el dolor de los familiares del difunto y por otro los intereses comerciales de los que ofrecen sus servicios, donde se sugieren ceremonia y formalidades como una necesidad para cumplir con esta etapa y finiquitarla se incluye la venta de ataúdes de diversos modelos, aún para mascotas, por lo general casos en que los interesados proponen llevar a cabo un cierre de buena manera, y para ellos próspero.
Con el correr del tiempo, periodistas, políticos y vendedores, así como otros profesionales han incursionado en el concepto de “cierre de etapas” y han contribuido a estructurarlo como una necesidad material, que aseguran ayudará a solucionar el dolor y la pena, sin mostrar que solo están utilizándolo como una herramienta de mercadeo para sus propios intereses.
Así como los funerales, se iniciaron entre las “formas comerciales” más comunes esta industria se ha extendido a los crematorios, las cenizas, los cementerios, las mascotas, donde se vende la idea de “sus servicios para obtener paz”.
En la “categoría legal” tenemos diversidad de ofrecimientos, estas “crean preocupación como forma de generar negocio legal”, así tenemos los procesos de demanda para mantener la imagen y tener paz, la necesidad de un resarcimiento o reparación ante una acusación, los requerimientos de exámenes médicos legales, la recolección de DNA, los análisis especiales y hasta las autopsias.
En la “categoría de la media o prensa” se proclama que siendo el dolor malo, se necesita “denunciar de inmediato para detenerlo”. Esto significa que la noticia prima sobre las emociones. Así vemos a diario, las denuncias publicadas de victimas, en la mayoría de casos, sin reparar en las consecuencias y menos en las emociones de los afectados.
El cierre de etapas requiere tiempo y terapia…
El proceso de sanación ante un dolor o pena, requiere de tiempo y no se da con resultados rápidos como el de las noticias, estas solo desnudan el interés del que promueve la denuncia. El dolor de las personas afectadas no sana inmediatamente, requiere tratamiento, será intenso el primer mes, menor después.
Para el caso del ejemplo, de Julia, el cierre de etapas comercial como fue el velorio, la misa, y otras actividades, no le ayudaron a superar la pérdida de su ser querido. La ceremonia y protocolos oficiales no fueron el cierre de esta etapa y ella ahora después de un tiempo, que debería decirnos cuan rica, significativa y alegre es su vida, que continuó adelante, simplemente no lo explica, no ha logrado salir de su marasmo, no logó su recuperación (sanación), ni piensa que llegará un momento que lo supere. Situación que es necesario reconocer con oportunidad para detectar a tiempo un desorden psicológico.
En nuestro país, recientemente, la familia del estudiante perdido en el Colca busca el cierre de esta etapa en sus vidas a través de la búsqueda de los restos. Las autoridades buscan el cierre a través de las normas. En el caso de las victimas afectadas por el terrorismo de los años 80´s, la Comisión de la Verdad recomendó el cierre, a través de reparaciones del Estado Peruano, este cierre habrá contribuido realmente a las victimas a superar su dolor en la última decena de años, les habrá permitido continuar con sus vidas.
Conclusiones
- El “cierre de etapas” es un término que describe lo que necesitamos para finiquitar una experiencia negativa y como responderemos ante un trauma.
- En cuanto al cierre de etapas, no existe aclaración alguna, ni coinciden las opiniones, si determinadas soluciones propuestas servirán realmente para cerrar una etapa o si ello siquiera se alcanzará.
- El cierre de etapas descrito – de manera contradictoria – como alcanzar la justicia, la paz, la curación, la aceptación, el olvido, el recuerdo, el perdón, el seguir adelante, por venganza, dinero y fines políticos u otros intereses no constituye cerrar etapas de nada. Los proponentes utilizan estos con sus propios fines.
- El cierre de etapas visto de forma comercial o de intereses particulares, se ha convertido en una herramienta central de mercadeo que se aprovecha del dolor. Este dista mucho de se una herramienta de sanación, en otras palabras constituye la industria de la memorialización y de que perduren por largo tiempo sentimientos negativos en la persona afectada sin que estas puedan recuperar su vida para continuar adelante.
- El cierre de etapas que surge como una estrategia política cuando se trata de hablar de problemas sociales, dolor, victimización, sistema penal y de justicia, sanciones penales, terrorismo y casos de memoria pública tampoco ayuda a la sanación de las victimas, sino a los intereses de los proponentes. En estos casos las victimas mantienen la sensación de victimización.
- Según Nancy Barns, la autora, es importante prestar atención a los discursos de los encargados del “cierre de etapas” porque le da forma a expectativas de cómo deberían sanar las personas del dolor de sus perdidas. De esta manera, mucha gente asume hoy en día, las personas necesitan “cerrar etapas” para sanar apropiadamente, sin embargo, las soluciones por ser materiales, no dan resultados satisfactorios. Y muchas personas resultan afectadas por estas soluciones o demasiado rápidas o lentas en el tiempo. El no cerrar etapas constituye un aspecto negativo en el desarrollo de la sociedad, por lo que esta situación es considerada parte de una nueva propuesta que incide sobre el diagnostico de la salud y desordenes mentales a ser considerada a partir del 2013. En estas se recomienda cambios para evitar aquellos conceptos que más nos alienen, en un caso de dolor y pena luego de la pérdida de un ser querido.
- Finalmente, consideramos que el dolor que no es tratado profesionalmente, no cierra etapas, no sana a la víctima, y la conduce al desorden mental.