Tomado de The
Most Dangerous Man in America por Mark Perry
Por Jorge Contreras
En 1934 , el general Douglas MacArthur y el presidente
Franklin D. Roosevelt se enfrentaron verbalmente en uno de los peores
discusiones registradas en la historia [1],
entre un oficial militar de alto rango y un presidente estadounidense.
Roosevelt estaba decidido a reducir el déficit presupuestario en medio de uno
de los periodos económicos más peligrosas del país y se había propuesto reducir
el presupuesto del ejército a la mitad:
... La cara de Roosevelt estaba pálida y mostraba desprecio.
-Roosevelt era un critico severo cuando se excitaba,
“escribiría MacArthur más tarde.”
La tensión comenzaba a hervir.
Fue en este momento, que MacArthur confesara luego, que
había hablado imprudentemente
"y dijera algo en el sentido general de que
cuando perdieran la próxima guerra, y un muchacho americano, tirado en el barro
con una bayoneta enemiga atravesando su vientre y con un pie enemigo sobre su
moribunda garganta, escupiera su ultima maldición antes de morir, “yo hubiera
querido morir en nombre de MacArthur, sin embargo es por Roosevelt.”[2]
Las palabras de MacArthur atravesaban el aire. Roosevelt no
podía creer lo que había oído. Giró hacia MacArthur y le gritó su respuesta:
'No debes hablarle así al Presidente!
MacArthur, de pronto se dio cuenta de lo que había dicho, y
dio marcha atrás.
"Él por supuesto, estuvo en lo
correcto," escribiría más tarde," el lo sabia casi antes de que sus
palabras hubieran salido de su boca. Por ello, dijo que lo sentía y se
disculpó. Sintió que su carrera militar había terminado.
Luego le dijo que allí tenía su renuncia al cargo de Jefe de
Estado Mayor. y "MacArthur salió de la habitación.
Sin embargo, antes de llegar a la puerta, Roosevelt dominó
su ira y enfrió el enfrentamiento
("su voz esta vez, llegó con esa fría indiferencia que reflejaba su
extraordinario control,” y que luego MacArthur recordaría)
-No sea tonto, Douglas, “'le dijo, “usted y el presupuesto
ambos deben reajustarse.”
MacArthur salió de la habitación rápidamente, esperó en el
porche de la Casa Blanca hasta que Dern aparezca. Cuando lo hizo, estaba
radiante , como si no se hubiera producido el enfrentamiento . "Has
salvado el ejército", dijo Dern.
Pero MacArthur se sintió derrotado y sin previo aviso, de
pronto superado por las náuseas. Miró a Dern y luego inclinándose, vomitó en
las escalinatas de la Casa Blanca."
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