Por Jorge Contreras [1]
Debido a la reciente polémica generada por el mensaje
teatral de la presentación “La Cautiva”, cuyo drama es sustentado por un sector
como parte de la “Libertad de Expresión” y como “Cultura” nacional, acudimos al Derecho comparado, para apreciar como
otros Estados con tanto o mayor experiencia con los “mensajes de odio” y el
“terror” han adecuado su Política Criminal y normas legales.
En Estados Unidos,
Canadá y Europa existen leyes
relacionadas a todo aquel que fomenta el “Odio en los Discursos”, y la gente es multada, enjuiciada y
hasta presa ante
los tribunales oficiales por expresiones políticas que un
Estado haya prohibido y
criminalizado.
En Estados Unidos,
es conocido el caso del predicador
callejero cristiano que fue preso por decirle a los transeúntes “La
homosexualidad es un pecado a los ojos de Dios”. Este sujeto fue el primer norteamericano procesado por La
Ley sobre Lenguaje y Expresiones hostiles manifiestas del 2010.
En Canadá, recientemente
Ann Coulter, ponente antagonista de extrema derecha, con una fama de discursos
controvertidos caracterizados por su afilada retórica y de mensajes de odio
contra grupos minoritarios fue
invitada por un grupo conservador a hacer una presentación en la universidad de
Ottawa. En esta ocasión, Francoise Houle,
el vicepresidente y vicerrector del centro de estudios le envío una
carta en al que le alertaba que “cuidara del contenido de su presentación”,
para no tener que enfrentar a futuro, un proceso penal. Al final el evento se
canceló, por razones de seguridad y porque se pensó podría atraer violencia.
En Francia, la
principal norma contra el contenido de odio en los discursos es la Ley
de Libertad de Prensa del 29 de julio de 1881, que en su sección 24
sanciona la incitación a la discriminación racial, odio, o violencia al
referirse al lugar origen o a la
membresía (o no membresía) en un
grupo ético, nacional, racial o religioso. Una disposición del código penal
considera un delito el realizar una comunicación similar por canales privados.
En el Reino Unido,
las normas anti terroristas son mas estrictas y el gobierno monitorea las redes
sociales por los comentarios de odio. Un caso
notorio acaba de ser publicado por Glenn Greenwald abogado y periodista, ocurrió
en marzo del 2012, en que se dio la noticia que seis soldados británicos fallecieron
en Afganistán como consecuencia de la explosión de una mina en la
carretera. En esa oportunidad, los
comentarios de tristeza y pena del gobierno fueron enfrentados por los
comentarios de Azhar Ahmed, un joven que a través de las redes sociales publicara que los soldados
británicos en Afganistán eran culpables, que se merecían esa muerte y que se
Irian al infierno todos. Las autoridades Británicas lo arrestaron al día
siguiente con cargos por ofensa
racista agravada, siendo posteriormente procesado penalmente, multado y
sentenciado a 240 días de servicio comunitario.
[1] Jorge A.
Contreras Ríos, DNI 09582230, ICAC Nº 897, administrador, licenciado en
ciencias militares, abogado, magíster en ciencias militares y derecho penal,
estudios de doctorado en derecho penal.
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