Es una falacia la afirmación
según la cual un país con voto voluntario es más democrático que uno con
voto obligatorio. [1]
El voto obligatorio…
El voto obligatorio cumple una función estabilizadora y de
equilibrio al buscar la participación de todos, incluyendo los más pobres, los
menos educados y menos interesados en política, haciendo realidad el principio
democrático de: “un ciudadano, un voto”. No significa perder la libertad, sino
asegurar un sistema a favor de la igualdad efectiva de todos los ciudadanos, de
un sistema más incluyente, donde los derechos y obligaciones de los tengan una relación más equilibrada.
En el Perú, el voto, como sufragio activo[2],
es un deber cívico y una obligación ciudadana impuesta por el Estado[3],
está convalidado por la Constitución Nacional[4],
a partir de los 70 años es voluntario,
y es parte del Documento Nacional de
Identidad, que incluye la inscripción electoral y las votaciones en las que se participa.
Según el partido socialista en Chile “En aquellos países
donde el voto es obligatorio… aumenta la inclusión de las preocupaciones
electorales de los sectores más pobres”. Es decir,
con el voto obligatorio los pobres y las gentes del campo pueden figurar en la
agenda de los políticos. En cambio, todo lo contrario, con el voto voluntario
los hará prescindibles.
El voto voluntario…
El voto voluntario o facultativo, inscrita o no la población,
no exige obligación, ni representa
el principio democrático de un ciudadano un voto, si bien se presenta como una
propuesta para “sociedades más educadas y responsables” y su fuerza podría
radicar en que busca la “promoción de la participación política en la promoción
del voto”[5]
de interés, su sustento no está en la participación de todos y lo único que
muestra es una baja calidad de democracia.
La situación se agrava y se da a conocer ante el ausentismo.
Primero, da lugar a la idea de inseguridad como resultado de un proceso
excluyente. El problema se hace
mayor cuando hay un sector que podría ser de mayores influencias o de
intereses. Entonces el marcado ausentismo, se aleja de la idea de una sociedad
educada y responsable y se acerca más a la posibilidad de un solo sector
interesado.
Sobre el voto voluntario el principal problema es el
argumento que afirma que la desigualdad económica se ha convertido en
desigualdad política y que la venta de votos es una opción real. Ante ello, la parte,
menos beneficiada en las votaciones en este sistema, puede dar muestras de una desafección,
un escepticismo frente a los regimenes, y hasta de rechazo, (como es el caso
reciente de los jóvenes, en Chile).
Las experiencias
internacionales
Según Idea Internacional, en América los 15 países que
tienen voto voluntario (incluidos USA, Canadá y Chile) tienen una participación
ciudadana promedio del 60.6%, en tanto los 11 países con voto obligatorio
registran un promedio de 72.4%.
En Chile…
En 1989 votó válidamente el 82% de los ciudadanos en edad de
votar. En las presidenciales del 2009 ese porcentaje cayó a poco más del 57%.”
En el 2013, los optimistas defensores de este último creían que la
participación llegaría al 70%, y sólo acudieron a votar 6.7 millones de los
inscritos, 572,296 votantes menos que en las elecciones presidenciales de hace
cuatro años, sin contar el crecimiento poblacional.
En el Perú…
En el Perú tenemos registro automático de todos y obligación
de votar con multas incluidas, con una participación del 83%, por lo que
figuramos en cuarto lugar en América, después de Uruguay, Ecuador y Brasil.
En Venezuela…
El fin del voto obligatorio en Venezuela en 1994 tuvo
efectos muy negativos en la participación electoral, en un momento en que los
partidos establecidos tenían baja confianza ciudadana y el desempeño de los
gobiernos era duramente cuestionado. La participación cayó del 90% al 60%,
agravando los problemas de legitimidad que tenían los partidos históricos, la
social democracia y la democracia cristiana, que terminó con una grave crisis
de la democracia y la elección como presidente de Hugo Chávez, el ex militar
golpista que condujo al país al borde del abismo. Los promotores del voto
voluntario esquivan deliberadamente este ejemplo.”
Conclusión…
- El Voto es una opción constitucional.
- En ambos casos los extremos de cada forma de voto, son perjudiciales.
Referencias:
Transparencia: Voto voluntario obligaría a partidos a
motivar participación popular en comicios. Referencia: http://votovoluntarioperu.blogspot.com/2010/12/transparencia-voto-voluntario-obligaria.html
Mauricio Quintanilla. Referencias: http://www.noticiasser.pe/20/11/2013/quinta-columna/voto-involuntario
Marcel Thezá, “Debate sobre el voto en Chile: el falso
dilema entre la libertad y la coerción”. Referencia: http://www.igualdad.cl/2011/04/debate-sobre-el-voto-en-chile-el-falso-dilema-entre-la-libertad-y-la-coercion/
Instituto de Investigación en Ciencias Sociales. Encuesta
Nacional UDP 2013 Segundo Semestre. Referencia: http://www.encuesta.udp.cl/wp-content/uploads/2013/10/PPT-Encuesta-ICSO-UDP-2013.pdf
“Sí al voto obligatorio” de Carlos Huneeus en Voto
ciudadano. Debate sobre la inscripción electoral. FLACSO Chile 2005, p. 106
[1] El componente fundamental de
la democracia es la participación de los ciudadanos en las decisiones
fundamentales de la cosa pública
[2] El derecho de sufragio tiene
dos dimensiones; en su dimensión activa (sufragio activo), el derecho de
sufragio se expresa a través del “derecho a elegir”; mientras que en su
dimensión pasiva (sufragio pasivo), se manifiesta a través del “derecho a ser
elegido”.
[3]
La importancia del voto es sumamente crucial para la existencia de los
regímenes políticos democrático-representativos, tanto así que sin su
ejercicio dichos regímenes políticos, simplemente, no podrían desarrollarse.
Ello obedece a que el sufragio tiene por funciones: producir la representación
política propia de esta forma de régimen político; producir gobiernos
representativos, ya que a través suyo se establecen o cambian gobiernos; así
como producir la legitimación del Estado. [Cfr. Manuel ARAGÓN REYES, “Derecho
de sufragio: principio y función”, en: Tratado de derecho electoral comparado
de América Latina. Dieter Nohlen, Sonia Picado y Daniel Zovatto (compiladores),
México: Fondo de Cultura Económica, 1998, pp. 100-103]. En tal sentido, el
objetivo de establecer la obligatoriedad del voto es garantizar una suficiente
participación electoral, evitando riesgos como el de autoridades elegidas con
un número limitado de votos, lo que podría generar problemas de legitimidad política
y ser fuente de conflictos sociales.
[4] Constitución Nacional 1993.
Artículo 31.
[5] El principal argumento
político en favor del voto voluntario es que su implantación obligará a los
partidos a organizarse y movilizarse de mejor manera para conseguirlo,
particularmente entre los jóvenes que son los más escépticos, fortaleciendo de
paso al sistema de partidos.
Esto es increible. El voto obligatorio es afin a la clase política inutil y corrupta que sabe que se puede obligar a la población a votar a ellos mismos. Votes a quienes votes, van a ser los mismos inútiles y corruptos que te van a dejar en la pobreza y la desilusión.
ResponderEliminarY vos defendiendo ese sistema de sufragio que es una basura... La verdad que no estoy de acuerdo con tus opiniones.
Cuando hay baja participación, es porque la gente esta diciendo "NO NOS REPRESENTA NADIE. QUE SE VAYAN TODOS!".Esa es la cruda verdad.
Este domingo hay legislativas, y no pienso ir a votar. ¡Qué la chupen!
Cuando uno Vota elige, Cuando es obligatorio, todos votan. Los tramposos no pueden colocar mesas donde han censado y creen que ganaran, todos tienen que votar. Espero me comprendas. Gracias por participar. Atte.
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