Tomado de The Lancet
doi:10.1016/S0140-6736(14)62227-3
Comentario por Jorge Contreras.
Contaminación de aire y neumonía. Enfermedades íntimamente
ligadas a las tradicionales cocinas y combustibles de biomasa. En
el 2013 causó cinco mil muertes en Guatemala. Nuevas directivas apuntan a
ambientes limpios, a controlar los espacios, menos exposición a las personas en
los ambientes contaminantes y a ir
dejando los viejos y tradicionales métodos de cocina a leña y kerosene.
La noción de contaminación del aire nos puede evocar esa
turbia bruma que rodea los horizontes urbanos, sin embargo, la contaminación es
una amenaza mucho más íntima, que emana del fuego y de la casa. Estimados de la
Oficina
Mundial de la Salud (OMS), señalan una cifra global de más de 7
millones de muertes anuales causadas por la contaminación del aire; de este
número, 4.3 millones de muertes se atribuyen a contaminación del aire originada
en el hogar, creada por las estufas que utilizan “biomasa[1]”,
como residuos de cultivos, estiércol de los animales, o carbón como
combustible.
Para hacer frente a la amenaza de la contaminación del aire que
se origina en interiores, en países de ingresos medianos y bajos, la OMS
publicó Directivas
nuevas el último 12 de noviembre para la calidad del aire interior y la quema
de combustible en hogares.
La transición a otras tecnologías en el empleo de combustible
constituye un desafío generalizado.
Basado
en la calidad de las evidencias y apuntando a objetivos intermedios, las directivas
de la OMS especifican cuatro principales recomendaciones. En primer lugar, las tasas de emisión de combustión
de combustible en el hogar no deben superar los límites promedio anuales y diarios
(24 h) de emisión de dióxido de carbono. En segundo lugar, los gobiernos y alianzas deben dar prioridad al
empleo de combustibles y tecnologías beneficiosos para la salud, tales como
estufas que empleen combustible limpio, que utilicen gas natural o electricidad
solar. La tercera y cuarta recomendación
son para reducir la dependencia en el uso doméstico del carbón y querosene,
respectivamente. Estas son metas difíciles de cumplir en sectores con recursos
limitados, donde los niveles de contaminación del aire en el interior de los
hogares son los más altos.
La neumonía y la contaminación del aire en los hogares son
dos riesgos íntimamente relacionados e insidiosos. Aunque las tasas de neumonía
infantil se han reducido en un 58% entre 1990-2013, la neumonía sigue siendo
una de las causas primarias de muerte en los niños. Más del 50% de las muertes
por neumonía en niños menores de 5 años están asociados con su exposición a la
contaminación del aire de los hogares y se producen en sólo seis países: China,
la República Democrática del Congo, Etiopía, India, Nigeria y Pakistán.
Oportunamente, el 12 de noviembre, fecha en que la OMS publicó sus nuevas directivas,
fue el Día Mundial de la Neumonía, que tiene como objetivo sensibilizar,
promover la prevención, el tratamiento y estimular la acción mundial para
combatir la neumonía.
El hecho de que mujeres y los niños se hayan visto desproporcionadamente
afectados por la contaminación causada por la quema de combustibles en los
hogares, se debe entre otras razones, a la dificultad de medir el uso de las
formas tradicionales de combustible, al despliegue a menudo fragmentado de los esfuerzos
de intervención en el problema, y a que estas acciones no se han llevado a cabo
en la cantidad debida. En el 2014, sin embargo, se ha hecho mucho para cambiar esta situación, a través
de los informes
independientes de la OMS, del Instituto para la Evaluación y Medición de la
Salud (IHME), y de la Comisión
de medicina respiratoria de la Revista
The Lancet, se ha logrado un esbozo del problema, identificado los riesgos provenientes
de la contaminación del aire en los hogares, la incidencia en la neumonía y en otras
infecciones de las vías respiratorias, y se han introducido las estrategias para
la reducción de los riesgos.
La intervención temprana es crucial, debido a la fuerte
evidencia que vincula la contaminación del aire en los hogares y las
infecciones en las vías respiratorias en los bebés y los niños y sus resultados
negativos para la salud durante su desarrollo. Un informe sobre los Objetivos
de Desarrollo del Milenio, de la Alianza de Salud y el IHME, resalta la
importancia de aumentar la disponibilidad de métodos rápidos de detección y
tratamientos de bajo costo a las infecciones respiratorias. Proporcionando una
sugerencia complementaria, la Comisión de Medicina Respiratoria de The Lancet
señala la necesidad de aumentar la escala de la vacunación conjugada antineumocócica, y advierte de que la
vacunación sólo será un éxito parcial ya que la exposición a la contaminación
del aire en los hogares puede reducir su eficacia.
El riesgo de neumonía y mortalidad infantil, sin embargo,
puede reducirse sustancialmente en los hogares donde se logre una mejor calidad
de aire y control de la contaminación. Existe duplicidad considerable entre las
recomendaciones de la Comisión y las directrices de la OMS. En concreto, los
dos informes sugieren la necesidad de compensar la dependencia de los
combustibles tradicionales, como el carbón y el querosene, con combustibles
limpios como el gas. Pero la accesibilidad es primordial. En sectores de mayor
pobreza, sin subvención, es probable que no haya avances. Por otra parte, las mujeres, son
las más afectadas por la contaminación del aire en los hogares y son también los actores más valiosos y esenciales para el éxito de las
intervenciones. Finalmente una recomendación crucial es el seguimiento de los avances.
Los niveles de contaminación en barrios y hogares los deben ser evaluados, para ello, el seguimiento o monitoreo a nivel
individual, varia los roles dentro de la familia y es la única e importante manera de medir el éxito.
Las Medidas prescriptivas (pautas a seguir) son más fáciles
que dejar que cada uno implemente medidas. Debido a la inmensidad de la
situación, las partes interesadas deben provenir de adentro de las casas como de
los exteriores. Es desalentador el considerar energía limpia y disponible para
todos, sin embargo no deja de ser fundamental. Proporcionar alternativas de combustible
más seguras y tecnología acorde, nos permitirá salvar vidas y literalmente
cambiar casa por casa la forma como el mundo cocina.
[1] "Biomasa",
según el Diccionario de la lengua española (22.ª edición), Real Academia
Española, 2001 es la materia orgánica originada en un proceso biológico,
espontáneo o provocado, utilizable como fuente de energía.
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