La identidad del
denunciante…
Con 29 años de edad, este joven esta detrás de la mas grande
y reciente filtración de inteligencia en la historia de la Agencia de Seguridad
Nacional (En ingles: NSA), en esta nota explica sus motivos, sus expectativas a
futuro, inciertas, y por qué él no tiene la intención de esconderse en las
sombras.
La persona responsable de una de las fugas más importantes
en la historia política de los EE.UU. es Edward Snowden, de 29 años de edad, ex
asistente técnico de la Central de Inteligencia (CIA) y actual empleado de la empresa
contratista de defensa Booz Allen Hamilton.
Snowden ha estado trabajando en la Agencia de Seguridad
Nacional en los últimos cuatro años como empleado de varios contratistas
externos, como Booz Allen y Dell.
Sus denuncias…
El diario “The Guardian” de Londres, después de varios días
de entrevistas, reveló su
identidad a petición de el mismo. Desde el momento en que decidió dar a conocer
numerosos documentos secretos considerados de alto nivel para el público, ya había
decidido no optar por la protección del anonimato. "No tengo ninguna
intención de ocultar lo que soy, porque sé que no he hecho nada malo",
dijo.
Snowden pasará a la historia como uno de los denunciantes (soplones
en el lenguaje de inteligencia) producto de las efectos sufridos por su
experiencia personal en los Estados Unidos, junto a otros como Daniel Ellsberg
y Bradley Manning. El es responsable de la exposición pública de material
secreto de una de las
organizaciones más secretas del mundo, la agencia de seguridad nacional (NSA).
En una nota que acompaña a la primera serie de documentos
que presentó, él escribió: "Entiendo que se me hará sufrir por mis
acciones", pero "me daré por satisfecho si la legislación sobre secretos,
sobre perdón desigual y sobre poder ejecutivo irresistible que gobierna el
mundo que yo adoro, son revelados aún por un instante ".
Sus intenciones….
A pesar de su determinación de darse a conocer públicamente,
insistió en repetidas ocasiones que quiere evitar la atención de los medios.
"No quiero que la atención del público este centrada en mí, quiero la historia fuera de mí. Quiero
que se centre en lo que el gobierno de EE.UU., está haciendo".
No teme las consecuencias de su exposición pública, dijo, porque
eso sólo va a distraer la atención de las cuestiones planteadas por sus
revelaciones. "Sé que a los medios de comunicación le gusta personalizar
los debates políticos, y sé que el gobierno me va a convertir en un demonio".
A pesar de estos temores, mantiene la esperanza de que su presentación
pública no desvíe la atención de lo que el considera sustancioso de sus revelaciones. "Realmente
quiero que el enfoque sea en estos documentos y el debate que espero que esto
dará lugar a los ciudadanos de todo el mundo acerca de qué clase de mundo
queremos vivir" Y agregó: "Mi única motivación es informar al público
sobre lo que se hace en su nombre y lo que se hace en contra de ellos."
Declara que ha tenido "una vida muy cómoda" que
incluía un salario de aproximadamente $ 200.000, una amiga con quien compartía
una casa en Hawai, una carrera estable y una familia que ama. "Estoy
dispuesto a sacrificar todo eso porque no puedo en buen estado de conciencia,
permitir que el gobierno de EE.UU.
destruya la intimidad, la libertad en Internet y las libertades
fundamentales de las personas alrededor del mundo con esta vigilancia masiva
que están construyendo en secreto."
"No tengo miedo, porque esta es la decisión que he
tomado"
Hace tres semanas, Snowden hizo los preparativos finales que
resultaron en una serie de denuncias presentadas la semana pasada, consideradas
como las noticias de mayor publicidad de los últimos tiempos. En la oficina de la
NSA en Hawai, donde estaba trabajando, el copió el último conjunto de
documentos que tenía intención de revelar.
Su escape …
Luego alertó a su supervisor de la NSA que tenía que estar
fuera del trabajo por "un par de semanas" con el fin de recibir tratamiento
para su epilepsia, una condición que se enteró que padece tras una serie de
ataques el año pasado.
Mientras empacaba sus maletas, le dijo a su novia que estaría
fuera durante un par de semanas, cosa que remarco con poca claridad acerca de
la razón. "Algo poco común para alguien que ha pasado la última década
trabajando en el mundo de la inteligencia."
El 20 de mayo, abordó un vuelo a Hong Kong, donde ha
permanecido desde entonces. El eligió esta ciudad porque según el aquí "tienen
un compromiso enérgico por la libertad de expresión y el derecho a disentir políticamente
de posiciones oficiales", y porque creía que era uno de los pocos lugares
en el mundo que creía y podría resistir a los dictados del gobierno de los EE.UU..
En las tres semanas desde su llegada, se instaló en una
habitación de hotel. "He dejado la habitación tal vez tres veces durante
toda mi estadía", dijo. Se trata de un hotel de lujo y con el consumo de
comidas en su habitación, también sus deudas han aumentado.
Está profundamente preocupado ante el temor de ser espiado. Tapa
las aberturas de la puerta de su habitación de hotel con almohadas para
prevenir escuchas o dispositivos ilegales. Se pone una gran capucha roja sobre
su cabeza y sobre su computadora
portátil al ingresar sus contraseñas para evitar que alguna de las cámaras
ocultas lo detecten.
A pesar de que puede sonar como paranoia para algunos,
Snowden tiene buenas razones para tales temores. Trabajó en el mundo de la
inteligencia de EE.UU. durante casi una década. Él sabe que la organización más
grande y más secreta de vigilancia en los Estados Unidos, la NSA, junto con el
gobierno más poderoso del planeta, lo está buscando.
Desde que sus revelaciones comenzaron a aparecer, ha visto
la televisión y ha monitoreado la Internet, escuchado todas las amenazas y
promesas de juicio que emanan desde Washington contra el.
Y él sabe muy bien la sofisticada tecnología disponible para
ellos y lo fácil que será para ellos encontrarlo. La policía de la NSA y otros
agentes del orden han visitado dos veces su casa en Hawaii y se han puesto en
contacto con su novia, aunque él cree que todo puede haber sido provocado por
su ausencia en el trabajo, y no debido a sospechas de su relación con las
filtraciones recientes.
"Todos mis opciones son malas", dijo. Los EE.UU.
podría comenzar un proceso de extradición en mi contra, una opción
potencialmente problemática, larga e impredecible para Washington. O el
gobierno chino podría aislarme para ser interrogado, pues se considera una
valiosa fuente de información. O bien podría llegar a ser capturado y secuestrado
en un avión con destino a territorio de los EE.UU..
"Sí, yo podría estar arrestado por la CIA. Podría tener
gente que viene por mí. O cualquiera de sus socios (terceros). Además ellos trabajan
en estrecha colaboración con una serie de naciones. O le podrían pagar las
Tríadas para que me capturen. Cualquiera de sus agentes o socios", dijo.
"Tenemos una estación de la CIA justo en la calle del
consulado aquí en Hong Kong y estoy seguro de que van a estar muy ocupados la
próxima semana. Y es que es una preocupación con la que voy a vivir por el
resto de mi vida. sin importar el tiempo que pase".
“Después de ver los como la administración Obama a
enjuiciado a otros denunciantes, a
un ritmo sin precedentes, confío plenamente en que el gobierno de EE.UU. tratará
de poner todo su poder para castigarme”. "No tengo miedo", dijo con
calma, "porque esta es la elección que he tomado."
El predice que el gobierno pondrá en marcha una
investigación y "me acusará de quebrar la Ley de Espionaje y ayudar a
nuestros enemigos, motivos que pueden ser utilizados en contra de cualquiera
que denuncie lo masivo e invasivo en que este sistema se ha convertido".
La única vez que se emocionó durante las muchas horas de sus
declaraciones y entrevistas fue cuando reflexionó sobre el impacto que sus
decisiones podrían tener en su familia, muchos de los cuales trabajan para el
gobierno de los EE.UU.. "Lo único que temo son los efectos nocivos sobre
mi familia, que no voy a poder ayudar más. Eso es lo que me quita el
sueño", declaró con los ojos llenos de lágrimas.
"Uno no puede esperar a que alguien más actúe"
Sus inicios e historia…
Snowden no siempre creyó que el gobierno de los EE.UU.
representaba una amenaza para sus valores políticos. Fue criado originalmente
en Elizabeth City, Carolina del Norte. Su familia se trasladó más tarde a
Maryland, cerca de la sede de la NSA en Fort Meade.
Ingresó por su propio esfuerzo, no era un estudiante
brillante. Con el fin de obtener los créditos necesarios para obtener un
diploma de escuela secundaria, asistió a un colegio comunitario en Maryland,
estudio computación, pero nunca completó el curso. (Más tarde obtuvo su GED.)
En el 2003, se alistó en el ejército de EE.UU. y comenzó un
programa de entrenamiento para unirse a las Fuerzas Especiales. Invocó los mismos principios que ahora cita
para justificar sus actos, dijo: "Yo quería pelear en la guerra de Irak
porque yo sentía que tenía una obligación como ser humano para ayudar a las
personas libres de la opresión humana".
Relató cómo se disiparon rápidamente sus creencias sobre el
propósito de la guerra. "La mayor parte del entrenamiento me pareció dirigido
a matar a los árabes y a no ayudar a nadie", dijo. Después de que se rompiera las dos
piernas en un accidente de entrenamiento, fue dado de baja del servicio.
Después de eso, él consiguió su primer trabajo en un centro
de la NSA, trabajando como guardia de seguridad de una de las instalaciones
secretas de la agencia, en la Universidad de Maryland. A partir de ahí, se fue
a la CIA, donde trabajó en la seguridad informática. Su comprensión de la
Internet y su talento para la programación de la computadora le permitió
ascender bastante rápido para alguien que no tenía ni siquiera un diploma de
escuela secundaria.
Sus cuestionamientos
internos…
En el 2007, la CIA lo colocó con una cubierta diplomática en
Ginebra, Suiza. Su responsabilidad era la de mantener la seguridad de la red
informática, lo que significaba que el tenía autorización para acceder a una
amplia gama de documentos clasificados.
Este acceso, junto con los casi tres años que pasó con otros
agentes de la CIA, le llevó a empezar a cuestionar seriamente lo que vio.
Describió como una mala experiencia de formación, un hecho en
el que afirma que agentes de la CIA estaban tratando de reclutar a un banquero
suizo para obtener información bancaria secreta. Snowden, dijo que lograron
esto a propósito, que consiguieron que el banquero se emborrache y que luego lo
animaron a conducir a su casa borracho en su coche. Cuando el banquero fue
detenido por conducir ebrio, el agente encubierto se ofreció a ayudarlo, y todo
concluyó en un reclutamiento exitoso.
Añade "Gran parte de lo que vi en Ginebra realmente me
desilusiono de cómo funciona mi gobierno y cuál es su impacto en el
mundo", dice. "Me di cuenta que yo era parte de algo que estaba
haciendo mucho más daño que bien."
Dijo que fue durante su período en la CIA, en Ginebra, en
que pensó por primera vez acerca de exponer los secretos del gobierno. Pero, en
ese momento, decidió no hacerlo por dos razones.
En primer lugar, dijo: "La mayoría de los secretos que
la CIA se refieren a personas, no máquinas y sistemas, por lo que no me sentía
cómodo con las revelaciones pues pensé que podría poner en peligro a cualquiera."
En segundo lugar, la elección de Barack Obama en 2008 le dio
la esperanza de que habría una reformas real, haciendo las revelaciones
innecesarias.
Dejo la CIA en el
2009 con el fin de tomar su primer trabajo para un contratista privado que lo
asignó a un centro de la NSA, estacionado en una base militar en Japón. Fue
entonces, que dijo, que él "vio como Obama siguió las mismas políticas que
el pensó iba a detener", y peor aún,
como resultaron: "se extremaron."
La principal lección de esta experiencia es que "no se
puede esperar a alguien para que actúe. Había estado buscando líderes, hasta que me di cuenta de que liderazgo significaba tratar de ser el
primero en actuar."
Durante los próximos tres años, se enteró de como eran las
actividades de vigilancia de la NSA, alegando "que tienen la intención de
tomar todas las conversaciones y todas las formas de comportamiento en el mundo
conocido por ellos".
Describió la forma en que vió el Internet como "el
invento más importante de toda la historia humana". Que como adolescente,
pasó días en un momento "de hablar con las personas con todo tipo de
puntos de vista que nunca hubiera podido encontrar por su cuenta".
Pero cree que el valor de la Internet, y la vida privada, se
destruye rápidamente por la vigilancia global, total, en todo lado. "No me
veo a mí mismo como un héroe", dijo, "porque lo que estoy haciendo es
egoísta: no quiero vivir en un mundo donde no hay privacidad, por no hay
espacio para la exploración y la creatividad intelectual . "
Una vez que llegó a la conclusión de que la red de
vigilancia de la NSA pronto sería incapaz de volver atrás, se dio cuenta que
era sólo una cuestión de tiempo antes de que actuara. "Lo que están
haciendo" plantea "es una amenaza existencial para la
democracia", dijo.
Una cuestión de
principios…
A pesar de ser tan fuertes estas creencias, todavía queda la
pregunta: ¿por qué lo hizo? Renunciar a su libertad y un estilo de vida
privilegiado? "Hay cosas más importantes que el dinero. Si estuviera
motivado por el dinero, podría haber vendido estos documentos a cualquier
número de países y conseguido ser muy rico."
Para él, se trata de una cuestión de principios. "El
gobierno le había otorgado el poder que el consideraba no tenía ese derecho. Sin
supervisión pública. El resultado es que la gente como yo, tienen libertad para
ir más allá de lo que se les permite", dijo.
Su lealtad a la libertad de Internet se refleja en las calcomanías
en su computadora portátil: "Estoy a favor de los derechos en línea: La
Base de la Frontera Electrónica" dice uno. Otra celebra la organización en
línea que ofrece el anonimato, el Proyecto Tor.
Preguntado por los periodistas para establecer su
autenticidad para asegurarse de que no es un fantasioso, que puso al
descubierto, sin dudarlo, sus datos personales, su número de seguro social, su
identificación de la CIA y su pasaporte diplomático vencido. No hay malicia.
Pregúntele acerca de cualquier cosa en su vida personal y él responderá.
Es tranquilo, elegante, fácil de llevar y modesto. Un
maestro de las computadoras, que parece más feliz cuando habla de la parte
técnica de la vigilancia, a un nivel de detalle comprensible probablemente sólo
a especialistas compañeros de comunicación . Sin embargo, mostró una intensa
pasión al hablar sobre el valor de la privacidad y la forma en que sentía que
estaba siendo afectado de manera constante por el comportamiento de los
servicios de inteligencia.
Su actitud tranquila y relajada ha sido comprensiblemente
nerviosa desde que pasó a la clandestinidad, esperando el golpe en la puerta
del hotel. A que una alarma de incendio se encienda. "Eso no ha sucedido
antes", dijo, traicionando su propia ansiedad, preguntándose si es real,
una prueba o una estratagema de la CIA que sacarlo a la calle.
Esparcidos por el lado de la cama están su maleta, un plato
con los restos del desayuno del servicio de habitaciones, y una copia de ”El
pescador”, la biografía del ex vicepresidente Dick Cheney.
Desde que las noticias de la semana pasada comenzaron a
aparecer en el diario “The Guardian”, Snowden ha observado atentamente la
televisión y leído el Internet para ver los efectos de sus decisiones. Parecía
convencido de que el debate que anhelaba provocar finalmente se está llevando a
cabo.
Se acostó, apoyado contra las almohadas, mirando a Wolf
Blitzer, de la CNN, pedir información a un panel de discusión acerca de la
intrusión (vigilancia) del gobierno, y si tenían alguna idea de ¿quién era el elemento que había
causado la fuga de informaciónn?. A 8.000 millas de distancia, el elemento causante
de la fuga, miraba impasible, sin siquiera una sonrisa irónica.
Snowden dijo que admira tanto a Ellsberg y a Manning, pero
sostiene que hay una diferencia importante entre él y los soldados del ejército,
cuyo juicio comenzó casualmente la misma semana que se develaran las fugas de
Snowden.
"Yo evalué cuidadosamente cada documento, y los revelé
seguro de que cada uno era legítimamente de interés público", dijo.
"Hay todo tipo de documentos que habrían hecho un gran impacto, que no he
entregado, porque el dañar a la gente no es mi objetivo. La Transparencia si lo
es."
Él eligió esto a propósito, dar los documentos a los periodistas, con contenido cuyo
criterio, confiaba el, debería ser público y no dar aquello que consideraba
debería permanecer oculto.
En cuanto a su futuro, es impreciso. Esperaba que la
publicidad de sus filtraciones generen y le ofrezcan algún tipo de protección, haciéndolo
"más difícil de conseguir".
Él ve su mejor esperanza en la posibilidad de asilo, con
Islandia - con su reputación de un campeón de la libertad en Internet - en la
parte superior de la lista. También sabe que puede ser un deseo sin cumplir.
Después de la intensa polémica política que ha creado con
sólo la primera semana de revelaciones, afirma: "Me siento satisfecho de
que esto valió la pena. No me arrepiento."
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