Imagen: Las
etiquetas RFID pueden usarse para hacer seguimiento
a los recién naciodos en
maternidades.
Por Jennifer Pak
Para evitar que los flamantes padres
salgan del hospital cargando en brazos el bebé
equivocado,
una maternidad en Kuala Lumpur, Malasia,
comenzó a utilizar un sistema que permite detectar
qué bebé pertenece a cada familia.
Con el
Sistema de Identificación por Radiofrecuencia (RFID, por sus siglas en inglés)
las enfermeras etiquetan a las madres y a sus hijos recién nacidos.
De esta
manera, cuando el bebé está cerca de la madre, las etiquetas parpadean una luz
verde, lo cual indica que se trata de la combinación perfecta.
Estos
sensores también se instalan en las salidas del hospital para vigilar los
movimientos de los pacientes.
Una alarma
se dispara cuando el bebé es sacado fuera de la sala de maternidad.
Las
enfermeras pueden rastrear de inmediato la ubicación del bebé con un programa
especial disponible en el equipo en la estación de enfermería, lo que reduce la
posibilidad de que se produzca un secuestro.
En este
hospital también se utilizan etiquetas RFID en los suministros médicos
costosos, lo que reduce el tiempo que emplean las enfermeras en buscar
medicinas y equipos.
Imagen: En
Asia, los nidos de vencejo
son codiciados por su supuestas propiedades
embellecedoras.
Nidos de vencejo
China
también está apostando por esta tecnología para evitar la falsificación de los
nidos de vencejo. Las hilachas de estos nidos que estos pequeños pájaros
construyen usando su saliva, son consideradas por muchos como un producto muy
bueno para la piel.
Se trata de
una industria muy lucrativa -hay quienes pagan hasta US$100 por un puñado de
hilachas- y por eso las falsificaciones han inundado el mercado.
Las
preocupaciones de seguridad detuvieron las exportaciones desde Malasia, el
segundo mayor proveedor del mundo de esta delicadeza, una industria de US$
1.590 millones, según datos del ministerio de Comercio malayo.
Por esta
razón, y para aumentar la confianza de los consumidores, algunas empresas
comenzaron a utilizar este sistema que permite rastrear un producto desde su
origen hasta que llega a las manos del consumidor.
El sistema
se implementa sellando los nidos de las aves en una caja con una etiqueta RFID
que contiene un microchip con los detalles. Luego, un escáner emite una
frecuencia de radio para desbloquear esa información.
Parece
similar al sistema de códigos de barras, pero la clave está en que las
etiquetas RFID son más difíciles de duplicar.
"Con la tecnología RFID,
los consumidores podrán saber
que están recibiendo el producto auténtico,
por lo que podemos ajustar
nuestros precios hasta en un 50%"
Huai Gen, Yamming Resources
Certificado de autenticidad
Las
falsificaciones de nidos de ave han afectado a productores como la empresa Yanming
Resources.
Para los
consumidores es difícil saber si un nido de pájaro es real o no, por lo que la
empresa se ha visto obligada a bajar los precios para poder competir con las
falsificaciones.
Pero con la
tecnología RFID, cada paso del laborioso proceso, desde la recolección hasta el
envasado, queda etiquetado. Los datos se almacenan de forma centralizada con el
gobierno malayo, un apoyo oficial que será clave para los consumidores.
En esencia,
el RFID se convierte en un certificado de autenticidad, dice Yow Lock Sen,
encargado de supervisar el proyecto en representación de las autoridades, que
los consumidores pueden revisar con una aplicación gratuita en un teléfono
inteligente para escanear la etiqueta del producto.
A pesar de
que es un proyecto de investigación del gobierno, la industria participa de
manera voluntaria.
Ser parte
del plan fuerza a las empresas a invertir en las etiquetas RFID y equipos de
lectura, algo que Huai Gen, de Yanming Resources considera una buena
inversión.
"Con la
tecnología RFID, los consumidores podrán saber que están recibiendo el producto
auténtico, por lo que podemos ajustar nuestros precios hasta en un 50%".
Imagen: En
la aduana de Kaohsiung, Taiwan,
las RFID se usan para controlar el tránsito de
mercancías
Aduanas etiquetadas
Chris Diorio, presidente de uno de los mayores
proveedores de tecnología RFID, Impinj, encontró una creativa aplicación para
su producto en Taiwán.
En el puerto de Kaohsiung, uno de los más activos de
Taiwan, los contenedores de carga son etiquetados con el sistema RFID.
Las etiquetas pueden ser leídas a distancia con un
dispositivo manual, incluso aunque vayan en la parte posterior de un camión en
movimiento.
La identificación del conductor y la información de
carga se sincronizan de forma centralizada, de modo que si algo no coincide,
entonces los funcionarios de aduana pueden inspeccionar la carga.
Cualquier manipulación de la carga también es fácil de
identificar debido a que el chip RFID dejará de funcionar, dice Diorio.
Pero si la etiqueta está intacta y la información
coincide, entonces no hay necesidad, lo que aporta un ahorro en miles de horas
de trabajo.
Dorio advierte que la tecnología está aun en sus
primeros días y tendrá muchas otras aplicaciones, pero asegura que gran parte
de uso de la RFID en Asia está impulsada por los gobiernos que quieren
asegurase de que los productos son genuinos.
A medida que los niveles de ingresos aumentan en Asia,
crece la exigencia de más garantías de calidad y seguridad por parte de los
consumidores, aunque incluso los partidarios de esta tecnología reconocen que
no es un sistema a prueba de tontos.
Pero mientras existan preocupaciones sobre calidad y
seguridad alimentaria en Asia, ser capaz de rastrear los productos desde su
origen puede dar a los consumidores una cierta sensación de control.
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