Declaraciones en Panel de RPP
Luego de escuchar las declaraciones del panel conformado por
invitación de la cadena RPP y la interesante entrevista de Raúl Vargas a Gisela Vignolo secretaria adjunta de
derechos humanos de la Defensoría del Pueblo, al congresista José Urquizo
(presidente de la Comisión de Defensa Nacional y Orden Interno del Congreso),
al congresista y ex contralmirante Carlos Tubino y al congresista y ex ministro
de Defensa Daniel Mora es que escribo estas líneas sobre la reciente Ley del
Servicio Militar y su anunciado sorteo nacional el próximo 19 de junio.
Así las declaraciones de Gisela Vignolo (Defensoría del
Pueblo) siguen las recientes
declaraciones de Eduardo Vega (Defensor del Pueblo) que asientan que siendo
el servicio militar “voluntario”, esto se desnaturaliza al haber sorteo, pues
existen padres de familia que ven los derechos de sus hijos amenazados, peor
aún, ante la amenaza de una
“muerte ciudadana” si es que no acuden a filas a servir y que ofrece un “trato de
carácter discriminatorio” para los que pagan la multa para librarse del
servicio.
La Señorita Vignolo también afirma que las Fuerzas Armadas
no son un reformatorio, en las que se hace participar a personas con problemas
de conducta, que aquí no se coloca a los jóvenes para corregirlos o formarlos,
que para ello existen otras instituciones especializadas.
Adicionalmente a ello, las investigaciones realizadas por la
Defensoría del Pueblo reflejan una carencia de presupuesto externa para cumplir
las metas propuestas como son por ejemplo la educación y entrenamiento, la
salud, y a ellos se le añaden otros casos internos de mala administración del
actual presupuesto asignado en el que la Defensoría a llegado a verificar que
estos incluyen deficiencias en sus beneficios y hasta malos manejos de las propinas de los soldados, propinas
que son ya menores al sueldo mínimo vital.
El contralmirante Carlos Tubino declaró que la Marina tiene
un sistema que corresponde a su presupuesto asignado, que el presupuesto
incluye las actividades de cada grumete y demás personal. Que
la actual ley es discriminatoria, que está es más una medida de emergencia.
Que el mayor problema esta en el Ejercito, que las diferentes disposiciones
gubernamentales en los últimos años fueron debilitando su sistema para llegar a
los que es ahora, un sistema cuyo presupuesto no corresponde a las tareas que
cumplirán.
El exministro de Defensa Daniel Mora declaró que el caso de
la Marina es diferente al del Ejercito, que la Marina tiene pocos grumetes y
basa su sistema en la cantidad de oficiales y suboficiales que cuentan con un
presupuesto. Agrega que cuando el fue Ministro de Defensa, los soldados acudían
a un centro de entrenamiento de reclutas para su formación y que antes de
licenciarse acudían a centros de entrenamiento industrial para especializarse
técnicamente antes de salir de filas.
El general Mora insiste en que la actual
normatividad mantiene errores, que no se corrige la situación, y que se debe
mejorar las remuneraciones.
El general Mora cierra su comentario afirmando que todo el
sistema que existía en su tiempo en el ministerio, ya no esta funcionando.
El congresista José Urquizo, declaró que la reciente Ley del
servicio militar no
es discriminatoria, que exceptúa a estudiantes universitarios, discapacitados,
residentes en el extranjero y hasta a los que cumplen condenas judiciales,
y que evaluará
las recientes modificaciones, que abarca a las comunidades nativas e
indígenas y que ha incluido a todos aquellos que participan en los comités
de autodefensa en la lucha contra el crimen organizado (terrorismo,
narcotráfico, etc).
Conclusiones
Las declaraciones de los invitados reflejan posiciones un
tanto individuales de la defensoría del pueblo (Gisela Vignolo), de lo que
podría interpretarse como una defensoría de la Marina de Guerra del Perú
(Carlos Tubino), de la defensoría del Ejército en el tiempo del ejercicio de su
ministerio de defensa (Daniel Mora), de lo que sería una defensoría política
del partido oficialista para el caso de las Fuerzas Armadas (José Urqiuzo) y hasta graciosamente podríamos afirmar que toma las
posiciones de una defensoría de RPP que buscaría con esta entrevista
aparecer como un ente que guía
hacia una meta (Raúl Vargas).
Dado el carácter individualista de las declaraciones,
notamos que el Estado se queda huérfano, que se requiere una Defensoría del
Estado. Alguien que sustente el ¿por qué? se debe servir a la Patria, que haga
conocer el carácter de “deber” para con esta, que sustente el ¿por qué? se le
debe asignar un presupuesto, en educación, en salud, y que deslinde de las posiciones opuestas.
Quizás así también podríamos comprender que aquel cuyo deber
lo ha llevado a servir a la Patria, también podría obtener el derecho para
seguirla sirviendo a través de sus ministerios, parlamentos y poderes.
Todos los entrevistados coinciden en que debe corregirse la
norma. Que el servicio sea competitivo, voluntario, que se otorgue mayor
presupuesto. Que en los soldados las propinas igualen al sueldo mínimo. Que
existan incentivos y oportunidades de capacitación técnica en el servicio
militar.
Todos coinciden también que la actual norma tiene errores de
categoría constitucional y es vulnerable a diversas acciones legales.
Entonces comprendemos que las declaraciones establecen
claramente que el Servicio Militar en el Perú, tiene en la actualidad un “proyecto
de vida” tan firme como el de su reciente ley.
Y que la norma y el sorteo en realidad, toman el espíritu de
un dispositivo para satisfacer las necesidades inmediatas, un tanto de
emergencia y sin variaciones presupuestales. Por ello un alto funcionario
habría declarado hace algunos días que respecto a algunos cuestionamientos al
reglamento de la Ley del Servicio Militar, este, no va más allá de los alcances de la norma misma. De donde podemos concluir que la actual
Ley de Servicio Militar Voluntario no satisface las necesidades de efectivos de
personal y de las organizaciones del Ejercito.
También comprendemos que la lógica de los legisladores en la
presente ley está influenciada más
por afluentes económicos y políticos que militares. Que coincide con una visión escasa en que “la mina de oro está en la
extrema pobreza”, donde habría jóvenes (de comunidades nativas e indígenas, o
de comités de autodefensa) que quieren salir adelante, quienes podrían ver las actuales
oportunidades de las Fuerzas Armadas como positivas y ¿como no?, quienes también
pueden apoyar con sus votos, sin más gastos.
Por ello, creemos que el actual
gobierno deberá corregir está situación.
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