Imagen: Millones de "Bolsas grandes" se almacenan en las aldeas contaminadas alrededor de la planta nuclear. | Recoquillé Bresson / IRSN |
Traducción Jorge Contreras
Informe.- En la región de Fukushima, los hongos que crecen a los largo de la carretera, en medio del
campo, e incluso en el patio de la escuela van a parar a las grandes bolsas
azules o negras, que van a ser cubiertas con una lona, y que son entregadas a todos
y a los cuatro vientos. Estas bolsas grandes, “big bags” como las llaman los
japoneses, contienen todo un revoltijo, se llenan con tierra, hojas, ramas,
escombros manchados por la lluvia radioactiva de cesio 134 y 137 ocurrida durante
el accidente nuclear en marzo de 2011.
Cada bolsa contiene una tonelada de desechos y hay millones
de estas bolsas dispersas en miles de
yacimientos improvisados. La bolsa en si
es una pila de desechos que antes envenenaban la vida de las personas y hoy como bolsa es materia de discusión
y discordia entre los municipios, vecinos, y hasta en los miembros de una misma
familia .
"Al principio, la gente no quería oír hablar de las
bolsas y del almacenamiento, sin
embargo se entiende que para descontaminar la tierra, se tienen que utilizar. A
ellas van todo lo contaminado "la producción de melocotones , manzanas, y
especialmente caquis, populares en todo el país.” Los agricultores han tenido
que lixiviar medio millón de árboles frutales con chorros de agua de alta
presión para no perder sus campos. Finalmente, en esta última temporada, los
envíos de producción a los mercados del archipiélago pudieron hacerse, sin
embargo el volumen producido se ha reducido a la décima parte de lo
acostumbrado, todo por el desastre.
Cuarenta empresas especializadas intervinieron para
descontaminar los suelos en apoyo y pagadas por Tepco, el operador de la planta
de Fukushima, para ir retirando cinco o diez centímetros de superficie. Según
Takahiro Hanzawa , empleado de la ciudad "A finales de este año, se
completó la limpieza de todo el municipio". El almacén es un modelo en su
género: 3,000 bolsas grandes fueron cuidadosamente apiladas con una capa
resistente al agua y drenaje. Y a la fecha, hay casi un centenar de este tipo de
almacenes donde las bolsas son apiladas.
Retardo en las
labores de descontaminación..
En muchas ciudades, la descontaminación se ha retrasado. En
Litate , un pueblo de 6.000 habitantes al noroeste de Fukushima, toda su
población fue evacuada y la descontaminación acaba de comenzar. Litate dice el
alcalde Norio Kanno, se dividió en tres zonas en función de la exposición a la
radiactividad: verde, amarillo y rojo. Dependiendo de si vivían en una u otra
zona, o en un bloque de viviendas, "el importe de la indemnización pagada
por Tepco fue completamente diferente para unos y otros, fue dependiendo del
color de la zona en la que estuvieron". Entonces la desigualdad de trato ante
la calamidad dio lugar a resentimientos y celos "confusos" entre los
afectados, por lo que se demoraron en decidir y retrazaron los planes y las
labores.
Dificultad para llegar a una decisión
unánime…
A veces el tomar una elección por parte de la población
exiliada, es difícil, no se llega a un acuerdo. "Un tercio quiere volver a
vivir en Litate - por lo general los mayores - y por lo tanto quieren la descontaminación
lo antes posible , un tercio – los más jóvenes - quieren pasar la página,
podrían aceptar irse, y un tercio no saben qué hacer. "A
veces el esposo quiere volver a trabajar la tierra , la esposa quiere irse con
sus hijos. Estos motivos, hasta son causa frecuente de divorcios.
El retrazo en los
planes de descontaminación….
Esto complica aún más el desarrollo en los programas de
descontaminación lanzados por el gobierno desde el verano de 2011, que ya han
costado al Estado y las comunidades 1.800 millones de yenes (12,6 millones de
euros) y que Tepco debe rembolsar. El objetivo inicial fue difícil de lograr,
el reducir la exposición a 1 milisievert ( mSv ) por año, el máximo permitido
en circunstancias normales para el público. Esto demanda que los volúmenes de
suelo y plantas que deben eliminarse sean alarmantes: de entre 15 y 55 millones
de m3. Además los bosques que cubren las tres cuartas partes de la región de
Fukushima están muy cargados de cesio y nadie piensa que deben limpiarse.
Almacenes para depósitos
de contaminación…
Se han previsto y diseñado gigantescos almacenes para material contaminado para
así reemplazar la multitud de depósitos municipales existentes, y antes de crear
un repositorio final. Ningún municipio quiere una descarga gigante aunque esta
sea provisional. De acuerdo con informes de la prensa japonesa, el gobierno se está
preparando para acelerar este trabajo con un préstamo inicial de 100 millones
de yenes para el desarrollo de un primer sitio de almacenamiento, que abrirá
sus puertas en el año 2015 y será operado por treinta años. Tres pueblos
alrededor de Fukushima están siendo considerados para tener el almacén, Futaba,
Okuma o Naraha, y se espera que estos otorguen su consentimiento para hacer los
trabajos.
La reconstrucción
demanda coraje…
Kazuhiko Amano afirma que "la reconstrucción, no sólo
consiste en rehacer la infraestructura,
explica que los refugiados tienen que demostrar que poseen coraje.” "Las tierras contaminadas son como
una herida abierta para los 160.000 desplazados, “obligados” o “voluntarios”
por la tragedia nuclear.
2500 refugiados de las pequeñas ciudades de Tomioka y
Kawauchi, han sido reubicados a 60 kilómetros de la central, en espacios
prefabricados
Los recién llegados, a veces son tratados como parias por
sus vecinos. En la escuela, algunos niños son puestos en cuarentena como si fueran
a contagiar alguna enfermedad y sus familias se han visto obligadas a irse.
Las compensaciones e
indemnizaciones son desiguales…
Las tensiones crecen por la desigual compensación otorgada
por la empresa Tepco: "Un millón de yenes para los desplazados de las
áreas del sitio mas cercano a la planta nuclear, y 80.000 yenes para los que están
un poco más lejos, casi nada comparándose con los otros y ambos tienen que
abandonar sus terrenos."
El retorno será
difícil…
En estas condiciones, la reconquista de las tierras perdidas
es difícil.
En las zonas verdes (a 460 km2 del desastre), los habitantes
pueden regresar en el día -pero mantienen la prohibición de dormir allí-, el
Gobierno podría autorizar el regreso definitivo el próximo año.
En las áreas de color amarillo (a 300 km2 de la zona del
desastre) , estas áreas permanecerán inhabitables durante varios años .
En cuanto a las áreas rojas (a 320 km2) , aquí no se
encuentra vida y no se podrá retornar durante décadas.
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