Soldados de la compañía A, 1er Batallón “Black Watch”, Gran Bretaña
de patrulla en Ahmed Al Ahamadi, al sur oeste de Bagdad.
(Reuters
/ Maurice McDonald)
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Publicado: 30 de marzo 2015
Tomado de diversas fuentes
Por Jorge Contreras[1]
Teóricos militares, diplomáticos y jueces Británicos demandan
el retiro del Reino Unido del Convenio Europeo de Derechos Humanos (CEDH) para tiempos
de guerra de Estrasburgo en el 2015. El motivo: La capacidad
de las Fuerzas Armadas se ve amenazada. Los teóricos militares sustentan
que es una política errónea de derechos humanos, el que las tropas en combate mantengan
un estándar de conducta similar al de agentes de policía patrullando en las
calles, en circunstancias como los sábados por la noche en la zona oeste de
Londres. A ello, se agrega que al
enemigo, se le ha entregado la capacidad de denunciar al gobierno por violar sus
derechos humanos y los militares resultan enjuiciados.
El estudio presentado por el Profesor Richard Elkins[2]
(Universidad de Oxford), el Dr. Jonathan Morgan[3]
(Universidad de Cambridge) y Tom Tugendhat[4]
(ex asesor en Defensa
y Estado Mayor de las Fuerzas Armadas Británicas) se reafirma
sobre la actuación de las fuerzas armadas en el campo de batalla, y sostiene, que
si bien su actuación no debe estar sobre la ley, esta debe seguir las reglas de
la Convención de Ginebra y no el Convenio Europeo de Derechos Humanos. Así
mismo sostiene que estos mismos argumentos, demandan el retirarse del Convenio
Europeo de Derechos Humanos, un paso considerado esencial para futuros
conflictos en los que se involucren a las fuerzas armadas británicas.
Los autores proponen dos áreas específicas que requieren
cambio, afectadas por la judicialización de la guerra:
- La actual aplicación del Convenio Europeo de Derechos Humanos contra las fuerzas armadas británicas en operaciones de combate en países extranjeros
- La incorporación de leyes civiles de negligencia en casos de rápidas situaciones de combate
El estudio sostiene que existe abrumadora evidencia,
fundamental que demuestra que "los efectos de esta expansión de legalidad en
combate afecta la habilidad de los comandantes que están conduciendo
operaciones en el campo, e influencia en sus decisiones, en situaciones
potenciales de vida o muerte."
Además resalta un número elevado de casos judiciales
contra el gobierno sustentados en situaciones como, 1) cualquier civil que
reciba un disparo por parte de tropas británicas, aun en combate, puede ser
demandado (artículo 1 de la CEDH), 2) le otorga la misma posibilidad a
cualquier civil de un país extranjero, incluso no sea parte de la CEDH (por
ejemplo a un militante que reciba un disparo en Afganistán); o 3) la posibilidad
de familiares de militares británicos, de demandar a las
fuerzas armadas por negligencia, cuando un soldado es herido (artículo 2 de la CEDH).
En la actualidad, un estimado de
1.230 demandas se han presentado contra el Ministerio de Defensa por familiares
de iraquíes muertos a tiros por soldados británicos. Los reclamantes iraquíes buscan
justicia para sus seres queridos fallecidos y sustentan sus demandas en el
artículo 1 de la Convención Europea de Derechos Humanos (CEDH) durante los 8
años de ocupación británica en Irak.
[1] [1]
Jorge A. Contreras Ríos, DNI 09582230, ICAC Nº 897, administrador, licenciado
en ciencias militares, abogado, magíster en ciencias militares, magíster en
derecho penal, con estudios de doctorado en derecho penal.
[2] Profesor
Asociado de Derecho en la Universidad de Oxford y miembro de universidad de San
Juan, Oxford; también ejerce docencia fraccionada en la Beirne School TC de
Derecho en la Universidad de Queensland.
[3] Director
Asociado de Estudios y Profesor de Derecho de la Universidad en el Corpus
Christi College de Cambridge. Fue educado en la Universidad de Oxford antes de
escribir su tesis de doctorado en Cambridge; ha ocupado cátedras en ambas
universidades.
[4] Oficial
del Ejército Terrestre. Su más reciente cargo/período de servicio activo fue
como Asistente Militar del Jefe de Estado Mayor de la Defensa, el general Sir
David Richards. Anteriormente, se desempeñó operacionalmente en Afganistán e
Irak, llegando al rango de teniente coronel. También fue un diplomático,
sirviendo como asesor, consejero de seguridad nacional en Afganistán y más
tarde gobernador de la provincia de Helmand, en el período en que las fuerzas
británicas llegaron en el sur de Afganistán (2006). Fue galardonado con el MBE
(Militar) por sus esfuerzos en las operaciones. Es candidato del partido conservador.
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