Huanchaco, 4 de julio del 2014, 6 p.m. El congresista de Perú Posible, José León, visita a su inquilino, el capo mexicano Rodrigo Torres, ‘LIC’, quien continúa prófugo. Imagen Caretas.
Publicado en la Revista
Caretas
Escribe: Américo Zambrano
Revista Caretas publica artículo “El capo
Inquilino” donde acusa a congresista peruano.
El prófugo narcotraficante mexicano
Rodrigo Torres, alias “LIC”, señalado por la Policía Antidrogas como el capo
responsable de las 7.5 toneladas de
cocaína decomisadas la madrugada del lunes 25 de agosto pasado–, era el
arrendatario de la residencia de playa del congresista José León Rivera, vocero
de la bancada de Perú Posible, en el sector más exclusivo del balneario de
Huanchaco, en Trujillo. Pero no solo eso: el parlamentario también lo visitaba,
según lo revela un vídeo de vigilancia policial del 4 de julio de este año.
Congresista José León Imagen: Revista Caretas |
El presidente de la Junta de Fiscales
de La Libertad, Luis Cortez, anunció que León será citado para ser interrogado
sobre sus presuntos vínculos con el capo que financió el mayor cargamento de
cocaína decomisado por la Policía en la historia del país
Una camioneta pick up gris, de placa
de rodaje PQZ-359 con tres ocupantes a bordo, se estacionó frente al inmueble
de dos plantas ubicado en la avenida La Rivera No 340, en el balneario de
Huanchaco, en Trujillo.
La puesta del sol se aproximaba: el
reloj marcaba las 6 p.m. del 4 de julio pasado.
Un policía antinarcóticos, disfrazado
de vendedor de golosinas y posicionado muy cerca de la vivienda, prendió la
cámara filmadora: de la camioneta descendió el congresista José León Rivera,
vocero de la bancada de Perú Posible, partido que dirige el expresidente
Alejandro Toledo.
El parlamentario ingresó en la casa y
permaneció allí por espacio de una hora y media, mientras las dos personas que
lo acompañaban, uno de
ellos identificado como Walter Haggenmiller Guevara,
aguardaban fuera del predio.
A eso de las 7 y 30 p.m., León Rivera
salió de la vivienda y se desplazó –seguido discretamente por un vehículo
policial– al Hotel Libertador de Trujillo.
El propietario de aquella casa de
Huanchaco es el propio congresista León Rivero, por lo que su presencia allí no
tendría por qué ser inusual. Sin embargo, desde abril de este año el inquilino
de la propiedad era el mexicano Rodrigo Torres, alias ‘LIC’, señalado por la
Policía como el capo de las 7.5 toneladas de cocaína decomisadas en un depósito
de Huanchaco, el lunes 25 (CARETAS 2349 – El Búnker de las 6 Toneladas) .
La Policía allanó el inmueble del
parlamentario el jueves 28. En su apresurado descargo, León declaró a RPP que
la vivienda, que figura a nombre de su esposa, era usualmente arrendada a
turistas extranjeros desde su adquisición, en el 2013. “Se ha alquilado a
canadienses, australianos, a mucha gente”, sostuvo.
“Nosotros no vivíamos allí, ni
siquiera la visitábamos”, aseguró León en una posterior conferencia de prensa
en el hall de los Pasos Perdidos. “Según tengo entendido, la última
arrendataria de la casa era una ciudadana de nombre Lucía Villavicencio Ruiz.
La persona que se encarga de estos negocios no notó nada anormal. Pagaba la
renta, los impuestos. Los documentos estaban en regla”, dijo.
Ahora, el vocero de la bancada de Perú
Posible va a tener que ser más claro. Lucía Villavicencio Ruiz sería la señora
que limpiaba la residencia de Huanchaco, según la Policía, y ‘LIC’ no era
precisamente un turista. León no solo le alquilaba su casa a un capo mexicano
del narcotráfico que aún está prófugo, sino que además lo visitaba.
LEÓN, EL VISITADOR
Pocos días después de aquella visita
del congresista León, ‘LIC’ salió del país rumbo a México.El decomiso récord de
7.5 toneladas de cocaína se produjo el 25 de agosto. ‘LIC’ continúa prófugo.
CARETAS intentó comunicarse con el
parlamentario, pero no contestó a las llamadas telefónicas que se le hicieron a
su celular y a su oficina.
La Policía llegó a ‘LIC’ siguiendo a
los mexicanos Rubén Larios Cabadas y Jhoseth Gutiérrez León. Ambos habían
alquilado otras dos casas en Huanchaco y en la exclusiva urbanización El Golf
de Trujillo.
El ‘ovise’ (observación, vigilancia y
seguimiento) empezó en mayo de este año y estuvo a cargo del “Grupo A” de la
División de Investigaciones Especiales (Divinesp) de la Dirección Antidrogas
(Dirandro).
La Divinesp tiene su sede en San
Isidro, pero a inicios de este año el Comando de la Policía decidió
descentralizarla: un grupo fue trasladado al Huallaga, otro al VRAEM y un
tercero a Piura. Fue una decisión acertada.
El “Grupo A” de Piura no tardó en
recibir información confiable sobre una organización internacional que “botaba”
cocaína camuflada en carbón a Europa, principalmente desde el puerto de Paita.
Examinaron las exportaciones y
llegaron a “Betas Andinas”, compañía que realizó 25 despachos de carbón de
piedra a España y Bélgica desde el 2013.
La empresa fue constituida por el
trujillano Carlos Mendoza.
José Rangel, el contador de “Betas
Andinas”, declaró al diario La República que la compañía registró su primera
gran exportación de 27 toneladas de carbón de piedra a España el 18 de
noviembre del 2013.
El destinatario: la compañía
“Importing And Exporting D’art Blaper s1”, situada en la calle Azarbe del Papel
en la ciudad de Murcia.
Mendoza recibía el dinero para la
compra del carbón (y de la cocaína) a través de una cuenta corriente en dólares
en el Scotiabank de Trujillo. El dinero le era enviado desde México por el capo
Rodrigo Torres, según la Policía.
En junio de este año, los efectivos
filmaron a los mexicanos Rubén Larios y Jhoseth Gutiérrez saliendo de la
oficina de “Betas Andinas”, en la cuadra cuatro del jirón Gamarra, en el centro
de Trujillo. Los mexicanos se desplazaron hacia la residencia de León, en
Huanchaco, y permanecieron allí algunos minutos. Luego se marcharon.
Haciéndose pasar por turistas y
vendedores ambulantes, los policías de la Divinesp montaron vigilancia sobre
esta casa y descubrieron al capo ‘LIC’.
Su identidad fue confirmada con un
voucher bancario que tiró a la basura y que la empleada de la casa, Lucía
Villavicencio, la misma que según el congresista León firmó el contrato de
alquiler, sacaba todas las noches y que era recogida por efectivos que se
hacían pasar por recogedores de basura.
Rodrigo Torres Traficante de drogas |
LOS PROVEEDORES
‘LIC’ dirigía la organización desde la
casa del congresista León, en Huanchaco. A veces permanecía una semana; otras
veces un mes y luego se iba.
El golpe al depósito subterráneo donde
se almacenaba la cocaína camuflada en carbón, la madrugada del lunes 25, se
decidió cuando los policías se percataron de movimientos extraños de los
mexicanos Larios y Gutiérrez.
No imaginaron incautar el mayor
cargamento de droga de la historia peruana.
El hallazgo de las 7.5 toneladas
revela la facilidad con la que se mueven los traficantes en el país hoy en día.
“No es una excepción que el
narcotráfico haya almacenado tantas toneladas de cocaína en un solo centro. Así
está operando en la actualidad. La pregunta es: ¿cómo salió toda esa cocaína
del VRAEM y del Huallaga, dos de los valles cocaleros con mayor presencia
militar y policial del país, sin que fuera detectada por las fuerzas del
orden?”, se preguntó el experto antinarcóticos Rubén Vargas de InfoRegión. “El
problema de fondo es la corrupción”.
“El negocio del narcotráfico ha
crecido y somos el principal exportador de cocaína en el mundo. La droga sale
por aire y mar. Una característica es que el narcotráfico ha penetrado las
instituciones del Estado. Eso hace que ser traficante en el Perú sea más
fácil”, aseguró Vargas.
El ‘ampay’ al congresista y exministro
Agricultura del gobierno de Alejandro Toledo visitando en Huanchaco a su
inquilino, el capo mexicano, plantea una inquietante interrogante sobre la
infiltración del narcotráfico en la política.
Por cierto, Perú Posible sigue sin
aclarar ante la ONPE el origen de millonarios aportes a la campaña presidencial
de Alejandro Toledo el 2011, y el propio expresidente es investigado por la
adquisición de una residencia en Las Casuarinas y de una oficina en un edificio
de Surco pagando US$ 5 millones al contado rabioso, en julio del 2012.
“Lo que está dando resultado es el
trabajo de los grupos especiales antinarcóticos”, comentó el exjefe de la
Dirandro, general (r) Carlos Morán.
Fueron 16 efectivos antidrogas del
‘Grupo A’ de la Divinesp, con sede en Piura, los que protagonizaron este golpe
histórico. El ministro del Interior les ha ofrecido el ascenso inmediato al
grado superior.
La Fiscalía Contra el Crimen
Organizado ya recibió de la Policía todas las pruebas fílmicas, incluido el
reciente video del congresista León, del mayor decomiso de cocaína de la
historia peruana. (Fuente: Revista Caretas)
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