El Expediente Comunicore, Investigación de Ángel Páez, Primera Parte
Artículo Publicado el 19 de Setiembre del 2014 en el Blog
de Ángel
Páez
Por Jorge Contreras[1]
Luis Castañeda, el candidato a las elecciones municipales
de Lima acaba de ser incluido en el Proceso Electoral, sin embargo, a pesar de
contar con un sin número de seguidores, aún carga a cuestas los antecedentes
del caso “Comunicore”
en la que los “representantes en el papel” de esta empresa, creada y
administrada por su gente de confianza y entre los que se materializa una red
que involucra hasta “familiares”, se hizo acreedora de una deuda de la
Municipalidad del Lima del orden de 35 millones de soles (una cifra de deuda
pactada con la municipalidad a 10 años).
Comunicore compró la deuda pagando alrededor de 14 millones (un menor precio
por pago inmediato, sin intereses), y después se la vendió a la municipalidad por
el monto total de pago. Lo demás es conocido, la Municipalidad decidió pagarle la
deuda total a Comunicore y Coimunicore con esta operación se ganó una
diferencia del orden de 21 millones, cuyo destino final está en
investigación.
El Expediente Comunicore – La
Verdad de Odilón
Es el único de los doce acusados por el Caso Comunicore
que confesó ante las autoridades que cometió corrupción y que se benefició con
al menos 160 mil dólares. Se llama Odilón Amado Jr. y es de nacionalidad
brasileña. Amado sabe demasiado.
En el 2005, Amado actuaba como Gerente General de la
empresa de limpieza Relima. Desde esa posición negoció con los gerentes de la
Municipalidad Metropolitana de Lima, durante la gestión de Luis Castañeda
Lossio, la renovación del contrato de servicios para el periodo 2000-2015 que
superaba los 550 millones de soles, así como el pago de los 35.9 millones de
soles que le debía el municipio y que al final el dinero fue triangulado a la
compañía Comunicore. Todo en un periodo de cuatro meses. Por eso Amado es un
testigo que sabe demasiado.
Amado no solo estaba en contacto directo con los gerentes
municipales nombrados personalmente por Castañeda y con quienes acordó el pago
de la deuda y la renovación del contrato. El brasileño trabajaba directamente
con el gerente financiero de la empresa de limpieza, Miguel Garro Barrera, y
con el asesor legal de la misma, Guillermo Palacios Dodero. Garro era el dueño
de Comunicore, y Palacios, el abogado de la compañía.
Esto explica por qué Odilón Amado Jr. terminó por aceptar
que existió una trama entre los funcionarios de la municipalidad Lima, Relima y
Comunicore.
"¿Cuáles son los hechos que considera de importancia
comunicar a la fiscalía?", le preguntó la titular de la Primera Fiscalía
Especializada en Corrupción de Funcionarios, Fanny Quispe Farfán.
"Son los hechos mencionados en los periódicos y
quiero declarar porque los conozco y quiero presentar la verdad de los
hechos", respondió Amado, intranquilo, ansioso, algo sudoroso, según
testigos que estuvieron en el interrogatorio (el acta completa de la
manifestación de Amado, al final de esta
nota).
Amado, quien empezó a trabajar en Relima desde 1996,
continuó:
"En marzo de 2005 (recibí) una información (de parte
de) Miguel Garro Barrera, (según la cual) la Municipalidad de Lima iba a estar
en condiciones de pagar una deuda pendiente con la empresa (Relima). (...)
Había una propuesta (del municipio) de una programación de pago por un periodo
largo de diez años, que consideraba la deuda principal más los intereses. Como
Gerente General presenté al directorio (de Relima) la información de la
posibilidad de pago, aunque omití que había sido informado por Miguel Garro de
que la Municipalidad de Lima tenía la intención de pagar en una sola partida
dicha deuda (...). Esa información, según Miguel Garro, vino a través de Juan
Blest (García), responsable del área financiera de la municipalidad".
Según lo afirmado por Amado, en el caso de la deuda de la
Municipalidad de Lima con Relima, el negocio consistía en que en el papel el
concejo pagaría en diez años los 35.9 millones de soles, pero según lo pactado
entre Miguel Garro Barrera y el gerente de Finanzas del municipio, Juan Blest
García, la cancelación se haría de un solo golpe.
El brasileño sabía que eso era ilegal. Comunicore no tenía
actividad. Era una pantalla. Y Garro, quien le había dicho que manejaba la
compañía, ni siquiera aparecía como accionista.
"Tanto mi persona, como Miguel Garro, vimos la
oportunidad de hacer un negocio personal", dijo. Por negocio personal no
se entiende otra cosa que una ganancia fuera de la ley. Y de la mano de Miguel
Garro, el hombre que estaba vinculado con el gerente Financiero del municipio,
Juan Blest García, y que al mismo tiempo era propietario de Comunicore.
Así fue la consumación del delito, según Odilón Amado
Jr.:
"Miguel Garro y yo organizamos un escenario en el
que una tercera empresa (Comunicore) pudiera ser involucrada para hacer una
oferta a Relima. El negocio con esa empresa sería la venta de la deuda (de los
35.9 millones de soles). (...) Miguel Garro me trajo la información que la
empresa sería Comunicore, de su total confianza y manejo, para la realización
de la operación. (...) El negocio era
propiciar una ganancia a la empresa Comunicore, en las personas de Miguel Garro
y Rafael Ruíz (Contreras), quien era era el gerente general".
Amado incluso reveló cuánto ganó él por la ilegal
operación:
"Yo iba a recibir un bono de éxito por la operación,
equivalente a 160 mil dólares, y asumo que Miguel Garro también lo tendría. Le
dejé a Miguel Garro el número de mi cuenta. Y, efectivamente, al final de la
negociación de los pagos, yo he recibido una transferencia en mi cuenta en el
Citibank de 100 mil dólares, y los 60 mil restantes, fueron transferido a una
cuenta de un amigo en Nueva York llamado Maurilio Da Motta Filho, a cuenta de
compromisos financieros que tenía con esta persona".
En su declaración ante la fiscal Fanny Quispe, Garro
afirmó que le pagó a Odilón Amado un "bono de éxito" de 200 mil dólares.
Pero pongamos que fueron 160 mil dólares para evitar enredos. Al cambio de la
época, los 160 mil dólares representaban 547 mil 200 soles.
Si la Municipalidad de Lima pagó 35.9 millones de soles a
Comunicore, y Comunicore le compró la deuda a Relima por 14.6 millones de
soles, la empresa de Miguel Garro se quedó con 21.3 millones de soles.
Para las autoridades del caso, no hay duda de que Odilón
Amado recibió la "comisión" de 160 mil dólares (547 mil 200 soles),
del total que obtuvo Comunicore. Esto es, el 2.56% del total ganado por la
empresa de Garro.
De modo que si Amado ganó una comisión de 2.56%,¿cuánto
recibieron Miguel Garro y sus cómplices de la Municipalidad de Lima con quienes
acordó el pago al contado de la deuda? Nadie trabaja gratis.
El propio brasileño Odilón Amado Jr. ofreció una pista a
la fiscal Fanny Quispe:
"No tengo detalles porque todo el trámite era entre
el área financiera de la Municipalidad de Lima, a través de Juan Blest, y el
gerente financiero (de Relima) Miguel Garro", contestó Amado.
Juan Blest García, un hombre que trabajaba con Luis
Castañeda desde 1978 y era parte de su círculo de extrema confianza en la
municipalidad de Lima.
[1] Jorge A. Contreras Rios, DNI 09582230, ICAC Nº 897, administrador,
licenciado de las fuerzas armadas, abogado, magíster en ciencias militares,
magíster en derecho penal, estudios de doctorado en derecho penal.
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