Artículo de Elizabeth Cohee[1]
Los empleados deben ser advertidos, que no existe privacidad
ni privilegio en los correos enviados o recibidos empleando los equipos de las
empresas.
El caso del “mensaje con intenciones delictivas ”
El 13 de diciembre de 2012, la Corte de Apelaciones del
Cuarto Circuito de los EE.UU.
confirmó la condena de PH…, un ex miembro de la Cámara de Delegados de
Virginia. PH…, había sido condenado el año anterior a más de 9 años de prisión
por soborno y extorsión, al usar su posición política para su propio
enriquecimiento personal.
Las pruebas (evidencia) utilizadas para condenarlo fueron obtenidas en su propia cuenta
de correo electrónico de su oficina, desde donde el demandado le comunicó mensajes
a su esposa sobre sus intenciones delictivas.
PH…, en su defensa, apeló a la demanda y a su sentencia utilizando diversas formas y razones, incluyendo
como motivación que el uso de sus mensajes violaba su derecho a la intimidad,
así como los privilegios de su comunicación marital.
El tribunal lo objetó y consideró que PH…, renunció a sus privilegios debido a que envió los
mensajes en cuestión a través de su equipo en el trabajo y de su cuenta de
correo electrónico del trabajo. El tribunal llegó a esta decisión, a pesar de
que la institución donde trabajaba instituyó y comunicó sus políticas de inspeccionar a discreción los
correos archivados en el sistema mucho después que la mayor parte del correo
electrónico incriminatorio había sido enviado.
La Juez del Cuarto Circuito dictaminó: "... ( ) la corte del distrito determinó que PH…,
no tomó ninguna medida para proteger los mensajes de correo electrónico en
cuestión, aún luego de tomar conocimiento de la política de su empleador que anunciaba
a su completa discreción el control de los correos electrónicos almacenados en
su sistema. "
La decisión en este caso causa malestar entre los defensores
de la privacidad, y deviene después de una larga lista de sentencias en que los
derechos a la privacidad de los
empleados, relacionados con sus comunicaciones utilizando los equipos de las oficinas han sido
severamente restringidas o negadas por los tribunales.
En otras palabras: “Las comunicaciones maritales son
privilegiadas y esenciales para la preservación de los matrimonios, siempre y
cuando no sean hechas en computadoras pertenecientes a la empresa[2]”.
Los “mensajes privados” en equipos del estado/empresa
Uno de los casos más sonados fue el de Q…, versus la Ciudad de Ontario
(California).
En este caso, un agente de policía planteó una demanda,
debido a la revisión de sus mensajes dirigidos a su esposa y a su amante, mensajes que
resultaron embarazosos, debido al contenido sexualmente explícito enviados a través del buscapersonas (pager)
proporcionado por el departamento de policía.
En su fallo, el tribunal consideró que, debido a la
naturaleza del puesto de Q…, y a las
razones por las que se le había proporcionado el equipo, él no tenía ningún
derecho a una privacidad razonable.
Aunque la cuestión no se planteó específicamente, se presume
que el uso del argumento de privilegiar la comunicación marital también habría
fracasado por la misma razón.
El caso de Q…, no fue único, ha sido precedido por una serie de casos que refuerzan
el derecho de los empleadores a controlar la información que pasa a través de los
equipos que proporcionan a sus empleados.
El caso en que “no se implementó con anticipación la política sobre la no privacidad de los empleados”
En 1996, en el caso de B…, versus la ciudad de Reno, el
tribunal desestimó la intención desafiante y abierta de un empleador de revisar
las comunicaciones entre dos empleados como parte de una investigación interna.
El tribunal consideró que el demandante no había establecido
con anterioridad que tenía una expectativa objetivamente razonable para
intervenir la privacidad en los mensajes de sus empleados.
En este caso de B…, el sistema de comunicación a través del
cual se enviaron los mensajes fue un sistema propio comprado por la municipalidad
en 1995 para el envío de mensajes a sus empleados. Debido a que esta fue una estrategia
usual de comunicación interna en
ese tiempo, si se considera que el Microsoft Outlook se introdujo recién en
1997 y debido a que este sistema fue una instalación municipal, el tribunal
determinó que la ciudad era la administradora del sistema, y la autoridad que
tenia derecho a los datos, sin embargo, como administradora del sistema, el
tribunal falló que la municipalidad de Reno tenía "... libertad para acceder a los mensajes almacenados a
su antojo y que no lo había hecho ni alertado a sus empleados con anterioridad".
El caso de la posesión de pornografía
En el 2000, el agente de la CIA M…, perdió la apelación a su condena por
posesión de pornografía, debido a que la había descargado en su computadora de
la oficina.
El tribunal determinó que M…, no tenía ninguna expectativa razonable de privacidad. No sólo
la Oficina de Servicios de Información Extranjera tiene establecida una buena política
que prohibía el uso de sus computadoras para la navegación personal , sino que también
avisó a sus empleados que el departamento llevaría a cabo investigaciones de
equipos para asegurarse del cumplimiento de estas políticas.
Sin embargo, usando la computadora de la oficina para fines
personales no se traduce automáticamente en una renuncia a la privacidad ni a
los privilegios. Ha habido casos en que se ha protegido los correo electrónico de
su lectura.
Uno de los más destacados de estos casos es el de S…, versus
la Agencia de Amor y Atención Inc. En este caso, una empleada presentó una
demanda contra su ex empleador por discriminación. Esta empleada, antes de renunciar,
utilizó la computadora de su empresa para enviar a sus abogados, información
que ella sentía podría serle de utilidad y ventaja.
Luego que el litigio comenzó, quedó claro para S…, que su
antiguo empleador tuvo acceso a las estrategias legales y documentos que la
empleada le comunicó a sus abogados. Más tarde se determinó que los acusados copiaron el disco duro de S…, y emplearon los datos encontrados.
El tribunal decidió darle la razón a S…, debido a que S…, tomó
medidas para proteger su privacidad mediante el uso de una cuenta de correo
electrónico personal, protegida por contraseña, ella tenía una expectativa
razonable de intimidad que preservaba sus privilegios de abogado y cliente.
La conclusión de estas decisiones:
Es importante establecer y comunicar una política sobre el
uso personal de los equipos propiedad de la empresa, de actualizar el manual de
funciones del empleado de tal manera que quede claramente indicado que los
empleados no deben tener expectativa alguna de privacidad en las comunicaciones
hechas, hacia o desde, su computadora de la oficina.
[1] El artículo
fue publicado por JDSupra Law News, la autoría corresponde a Elizabeth Cohee
fiscal, en Oakland, California.
Referencia del artículo: http://www.jdsupra.com/legalnews/employee-email-neither-private-nor-pri-02387/
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