Tomado de la
Revista Harvard (traducido por Jorge Contreras)
Acerca de Sherlock Holmes, María Konnikova, alumna de la
clase 2005, autora de la columna
científica americana titulada "Literalmente: informalmente preparados
mentalmente", ahora una estudiante de doctorado en psicología en la
Universidad de Columbia presenta una lección elemental (y otras más avanzadas)
para incrementar la destreza mental propia. Konnikova nos
recuerda con claridad detalles, mejor que lo hiciera Watson, el ayudante de
Sherlock Holmes, en la preparación para pasar a una habilidad mental
superior en: Cómo pensar como Sherlock Holmes (Editorial Viking, a $
26.95).
Dice Konnikova: Cuando yo era pequeña, mi padre solía
leernos historias de Sherlock Holmes antes de acostarnos. Mientras mi hermano,
a menudo tomaba la oportunidad para caer rápidamente dormido en su rincón del
sofá, el resto de nosotros escuchaba con atención. Recuerdo el gran sillón de
cuero donde mi papá se sentaba, sosteniendo con un brazo el libro en frente de
él, con las llamas de la chimenea reflejadas en sus gafas de marco negro.
Recuerdo las subidas y caídas de su voz, acordes al suspenso
del momento, que iban más allá de todo límite, y, finalmente, recuerdo cuando
llegaba por fin la tan esperada solución, entonces todo tenía sentido y yo
sacudía mi cabeza, al igual que el Dr. Watson, y pensaba, para mis adentros
¡Por supuesto!, todo es tan simple ahora que lo dice.
Recuerdo el olor de la pipa que mi padre fumaba de vez en
cuando, tenía una mezcla de tierra y fruta que salía de entre los pliegues del
sillón de cuero y atravesaba la noche a través de las cortinas con ventanales
franceses. Su pipa, por supuesto, era ligeramente curvada como la de Sherlock Holmes.
Y también recuerdo el sonido del golpe del libro al cerrarse, cuando las
gruesas páginas se unían a las contratapas color carmesí, y luego cuando
anunciaba: "Bueno, eso es todo por esta noche."...
Y entonces recuerdo los “peldaños de la escalera”, como la
única cosa que se acuñó profundamente en mi mente y que permaneció allí, reprochándome
a través de los años siguientes, cuando el resto de las historias ya hacía
tiempo habían desaparecido en alguna profundidad indeterminada y las aventuras
de Holmes y su fiel Boswell estaban casi olvidadas.
Los peldaños de la escalera para llegar al 221B de Baker
Street. ¿Cuántos eran? Es la pregunta que Holmes hiciera a Watson en "Un
escándalo en Bohemia", y una pregunta que luego de conocerla nunca más
saldría de mi mente. De la misma forma en que cuando sentados en sus sillones
Holmes y Watson, el detective le indicaba al médico sobre la diferencia entre “ver”
y “observar”. Watson presenciaba desconcertado. Y entonces, todo adquiría la
claridad del cristal ....
"Usted ve, pero no se observa. La distinción es clara.
Hagamos un ejemplo, Ud., a menudo ha visto los peldaños de la escalera que
conducen desde el vestíbulo hasta la habitación. "
"Con frecuencia".
"¿Con qué frecuencia?"
"Bueno, algunos cientos de veces."
"Entonces, ¿cuántos hay?"
"¿Cuántos? No lo sé ".
"¡Muy cierto! Usted no ha observado. Sin embargo, usted
los ha visto. Ese es mi punto. Ahora, Yo sé que hay diecisiete peldaños, porque
he visto y he observado. "
... Lo que no podía entender en ese entonces, era que Holmes
... había estado perfeccionando un método de interacción consciente para con el
mundo. ¿Los peldaños de la escalera de Baker Street? Eran sólo son una forma de mostrarnos una habilidad que era
tan natural en él, que no requería el más mínimo esfuerzo de pensamiento. La
manifestación de un proceso habitual, casi inconsciente, que se había desarrollado
en su mente constantemente activa.
Un truco, si se quiere pensar así, sin consecuencias reales,
que sin embargo, le permitían hacer las implicaciones más profundas, si nos
hubiéramos puesto a pensar en lo que hizo posible. Un truco que me inspiró a
escribir un libro entero en su honor.
Sin duda, una hermosa historia en la que la autora María
Konnikova nos induce a través del ejemplo de los peldaños de la escalera, a
observar y no solo ver.
Una enseñanza que nos podría aclarar muchas realidades que
no apreciamos de la manera más provechosa, porque simplemente las vemos y no las
observamos….
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