Tomado de In SightCrime
Por Kyra Gurney
Perú
ha recortado su objetivo de erradicación de coca, en la principal región de
cultivo de coca del país, y se ha alejado de los planes de erradicación
forzosa, lo que confirma un drástico giro en la política que éste dice es en
respuesta a la amenaza planteada por la guerrilla de Sendero Luminoso.
El ministro del Interior peruano Walter Albán, ha anunciado
que el gobierno ha reducido su meta de erradicación de coca de 15.000 a 5.000
hectáreas en la región del VRAEM -Valle de
los Ríos Apurimac, Ene y Mantaro-
donde se cultiva más de la mitad de las 60.000 hectáreas de coca del país.
Albán también dijo que el gobierno ya no erradicaría la coca a la fuerza, sino
que en su lugar intentaría cumplir el nuevo objetivo a través de la sustitución
de cultivos.
Según Albán, una de las razones para el cambio en la
política del gobierno es la información de que el grupo guerrillero Sendero
Luminoso, una facción que opera en la región del VRAEM, estaba ofreciendo ayuda
a los agricultores que estaban luchando contra la erradicación, informó
Reuters.
A pesar del reajuste en la región del VRAEM, Albán dijo que
el gobierno mantendría su objetivo de erradicar un total de 30.000 hectáreas en
Perú este año. También señaló que si los locales se negaban a suscribir el plan
de erradicación voluntaria, el gobierno volvería a la política de erradicación
forzosa en la región.
Análisis de InSight
Crime…
Desde que Humala asumió el poder en 2011, su gobierno ha
cambiado su discurso frente a la erradicación de coca en varias ocasiones. Como
candidato presidencial, Humala prometió acabar con la erradicación forzosa,
pero al
comienzo de su mandato nombró a Carmen Masías, quien está a favor de la
erradicación, como presidenta de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida
sin Drogas (DEVIDA) para reemplazar al progresista jefe antinarcóticos,
quien inicialmente había ocupado el cargo.
A principios de 2014, Perú anunció
ambiciosos planes para lograr un récord en la erradicación de coca, con la
mitad de los cultivos elegidos para ser destruidos ubicados en el VRAEM. Sin
embargo, el gobierno volvió a cambiar de táctica cuando Humala se comprometió a
centrar los esfuerzos antidrogas del gobierno en la sustitución de cultivos, en
lugar de la erradicación forzosa. Luego, en mayo, destituyó
a Masías y la reemplazó por el exministro de Defensa, Alberto Otárola.
Como comentó Alban, si hubieran seguido con los planes de
erradicación forzosa en el VRAEM, habría significado caminar directamente a una
crisis de seguridad. La facción remanente de Sendero Luminoso que opera en el
VRAEM, probablemente habría ayudado a los cultivadores de coca a resistir los
esfuerzos de erradicación, tanto para proteger una importante fuente de sus
ingresos –la guerrilla grava la producción de drogas en la zona- como para
intervenir a favor de los pobres agricultores que cultivan la coca, quienes
representan una potencial base política. El resultado podría haber sido
enfrentamientos violentos, como se han visto en las campañas
de erradicación realizadas en el pasado, lo que habría golpeado al gobierno
y posiblemente fortalecido a Sendero Luminoso.
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