La iniciativa de Mérida….
Según Nelson Arteaga Botello[1],
desde los 90s, para enfrentar a los grupos de narcotráfico, el gobierno de
México implementó una serie de políticas de seguridad en diferentes campos y
niveles. En 1995 se dieron las normas que establecieron las bases para el
sistema de seguridad nacional. Fue lanzada como una cruzada contra el crimen y
la delincuencia, enfocada en actualizar las deficiencias en tecnología e
inteligencia contra el crimen [2].
Al igual que en el Plan Colombia, la iniciativa de Mérida tuvo como idea principal el
reforzamiento de la interceptación electrónica de comunicaciones, vigilancia y otras tecnologías de
espionaje, en el territorio
Mexicano, en conexión con los sistemas en los Estados Unidos y Canadá (Fyke and
Meyer 2008) [3].
La meta de está iniciativa era
reducir la asimetría de capacidades existente entre las agencias de seguridad
Mexicana (Policía, Inteligencia y Ejército) y los narcotraficantes, a través
del reforzamiento con armas, equipamiento avanzado de informaciones y programas
para controlar las fronteras e intercambiar información.
En si comprendía un paquete de normas y medios que
involucraba a los gobiernos comprometidos. El entrenamiento sería proporcionado por agentes judiciales
de Estados Unidos y contratistas privados (Freeman 2008). La iniciativa de
Mérida también intentaba balancear la asimetría en la administración de
seguridad en Centroamérica y
expandir las capacidades de las fuerzas de seguridad comprometidas para cubrir
otros aspectos del crimen organizado.
En México, la consideración de la presencia militar como
elemento central en cada fase de operaciones no solo era para combatir a las
organizaciones armadas criminales, sino también para sustituir cuerpos enteros
de la policía que habían sido desmantelados debido a conexiones con el
narcotráfico [4].
Uno de los mayores problemas en este escenario fue la
posibilidad de un aumento en las violaciones de derechos humanos [5].
Graham (2012) muestra que uno de los elementos claves para
dirigir las estrategias militares contra el crimen, es pensar y actuar en
términos de “espacios de combate” (y no campos de batalla) un concepto
definitivamente militar que comprende absolutamente todo, temporalmente y geográficamente.
En el que no hay frente definido ni retaguardia, ni inicio ni final, donde todo se concibe como importante y
no solo lo anteriormente limitado al campo de batalla. En el caso de México, el
combate a las drogas se abrió con esta concepción a ser desarrollada en dos
fases. La primera fase fue establecer a todo el país como un “espacio de
combate” incluyendo la participación de la población y en la que militares y policías demostraban la presencia y
fuerza del estado. La segunda fase consistió en diluir la fuerza del estado, en
una proporción acorde a las necesidades, esto es por ejemplo cuando había
imprecisión para identificar personas dejar un numero intrusivo y profundo,
expandiendo el “espacio de combate” de acuerdo a cada sitio, espacio y experiencia
de la vida de las ciudades.
La experiencia en México y Centroamérica es que posteriormente tuvieron que considerar
la vigilancia sobre la población como un todo con la finalidad de detener la
violencia.
La situación Peruana…
Ya habíamos comentado en nota de este mismo blog, que el Perú
se encuentra en un momento critico, según el informe mundial de drogas del
2012, en el 2011 la producción nacional de cocaína pura sobrepasaba la
producción de Colombia y el Perú
se ubicaba como el mayor productor en el mundo. Los centros
de producción de droga según este reporte se mantienen en los valles del
Huallaga y el VRAE.
Cabe mencionar que la violencia que se genera en el campo o
en las ciudades es completamente diferente a la de otras zonas y está
relacionada con las características propias de la sociedad.
El Plan Colombia y la iniciativa de Mérida constituyeron
acciones estratégicas destinadas a neutralizar el trafico ilegal de drogas que
fluía de los centros de producción a su lugares de distribución en
Norteamérica. Se considera que la aplicación de estos planes, influyeron en las
variaciones que experimentaron los centros de gravedad de la violencia de todos
los países involucrados. México es uno de los países que atrajo la atención
mundial debido a la violencia que generaron los grupos allí establecidos. Un reciente informe nos da a conocer que
hoy día habría en
México unos 20 grupos de
narcotraficantes diezmados, recompuestos y en lucha entre ellos mismos,
resultantes de los siete cárteles iniciales.
Con el reciente reporte mundial de drogas de las Naciones
Unidas, se da a conocer que el
mercado de la cocaína ha declinado en los Estados Unidos como producto de
las operaciones de interdicción (Plan Colombia e Iniciativa de Mérida) y se
concibe que las rutas del Atlántico tendrían una mayor importancia que las
rutas del pacifico. El eje de distribución a Europa se habría incrementado y
Brasil, entre otros países sería
el nuevo intermediario de la
distribución de droga hacia Europa.
Como consecuencia de estudios realizados relativos al narcotráfico, los Estados
Unidos habrían disminuido su apoyo al Perú en las operaciones contra el
narcotráfico, debido a que la
droga producida en el Perú hoy se dirige en un 70% a Europa.
A diferencia de la estrategia aplicada en México, no se
divisa al menos abiertamente el tipo de estrategia para enfrentar el fenómeno
del trafico de drogas. Existen si políticas aplicadas en diversos ejes.
Operaciones Policiales, Cultivos Alternativos, quizás un error sea el no dar a
conocer la estrategia de tal manera que la población identifique su rol.
Con respecto a los espacios dedicados al combate al tráfico
de drogas, los militares
no asumen papel en el rol de la
lucha contra el narcotráfico, esta actividad está a cargo del Ministerio de
Interior y de las unidades especializadas de la Policía Nacional. La actividad
contra este flagelo se da a conocer solo por los medios de prensa cuando
publican notas relacionadas a este tema.
Un indicador de riesgo político en nuestro país, fue dado a
conocer en el 2011 por la presencia de parlamentarios
con antecedentes cuestionables, incluyendo antecedentes de tráfico de drogas.
También estuvo presente el riesgo de infección cultural a la
llegada de telenovelas y una gran cantidad de películas de DVD que relatan a la
colectividad el
drama oscuro y violento de la vida de los narcotraficantes, sicarios y otros,
influencia que en otros países ha alcanzado altos niveles de sintonía.
El riesgo del compromiso social está presente y consideramos
que se incrementa en circunstancias en las que la misma población carece de
información. En mayo de este año,
un caso de gravedad es el de una patrulla que efectúo disparos
sobre un vehículo de pasajeros hiriendo de gravedad a varios de ellos.
Finalmente desde las ultimas semanas de Junio y hasta el día
de hoy se han producido importantes hechos relacionadas a las operaciones
contra el trafico ilegal de drogas, primero están los variados comunicados dan
que cuenta de operaciones que se han llevado a cabo para destruir pistas de
aterrizaje clandestinas en Ucayali,
el Huallaga
central, en el VRAE
y otras zonas selváticas y
segundo, la actuación del Poder Judicial que dio a conocer la detención
de la congresista Nancy Obregón, parlamentaria que representó a varios
grupos de cocaleros del Huallaga, por estar comprometida en actividades del
trafico ilegal de drogas.
La pregunta entonces
flota en el ambiente.
Si bien en el caso de la congresista no se conocían sus
actividades, y apenas se determinaron se le abrió un proceso, en el caso de las
pistas de aterrizaje
¿Nadie las había visto con anterioridad?
Huelgan comentarios….
Referencias
Freeman, Laurie (2008) “Déjà vu la política antidrogas en la relación México-
Estados Unidos”, Foreign Affairs en Español, (8) 3, pp.
15-23.
Fyke Joel and Maureen Meyer (2008), “No todo lo que es oro brilla y no todo
lo que brilla es oro ¿Amenazas para México?”, Foreign Affairs en Español, (8)
3, pp. 25-31.
Graham, Stephen (2012) “When life It self is war: On the urbanization of military
and security doctrine,”
International Journal of Urban and Regional Research
(36)4, pp.136-155.
[1] Nelson Arteaga Botello, es
un PhD en Sociología de
la Universidad de Alicante, España. Desarrolla la docencia en la Facultad Latinoamericana de Ciencias
Sociales (FLACSO) de la Universidad Panamericana de México.
[2] El objetivo fue implementar
el sistema nacional de información que tenia 50 millones de huellas digitales,
reconocimiento facial y data antropomórfica de cinco millones de personas.
[3] Incluía un presupuesto de
400 millones de dólares del Gobierno mexicano para la adquisición de
reconocimiento facial por Internet, espionaje de teléfonos móviles, así como la
adquisición de programas para controlar a distancia computadoras y directorios
con contraseñas. Referencia:
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2012/08/120803_narcotrafico_mexico_espionaje_internet_ant.shtml
[5] Con el respeto debido en
este campo en particular, se puede ver el reporte “En nombre de la lucha contra
la delincuencia, un estudio sobre las violaciones en los derechos humanos
preparado por un grupo de organizaciones sociales que observaron el desarrollo
de los militares y la policía en Mexico. El reporte se puede descargar de la Referencia: http://www.equidad.scjn.gob.mx/IMG/pdf/En_nombre_de_la_guerra_contra_la_delincuenciasp.pdf
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